La UNAM no está sujeta a descalificaciones de ningún tipo

La forma en que ha puesto las cosas sobre la mesa ha sido con resultados

UNAM (Rogelio Morales/Rogelio Morales)

Hay instituciones que son tan grandes y tan importantes para el país que se encuentran mucho más allá de señalamientos políticos y de declaraciones que surgen desde la división y la Universidad Nacional Autónoma de México es una de ellas.

Durante muchos años, incluso antes de consolidarse su autonomía o, de hecho, anterior a su consolidación como universidad nacional, la Máxima Casa de Estudios ha sido, sin duda alguna, de cambios sociales, económicos, científicos, culturales y deportivos, sin manchar su dignidad, clase y capacidad de formar nuevas generaciones capaces de sostener al país con su ética y profesionalismo

La capacidad crítica de quienes hacen la UNAM, es decir, profesores, alumnos, directivos, personal administrativo y todos los que de una u otra forma nos hemos relacionado con ella, ha sido la única forma de confrontar al poder embelesado y ciego en muchas etapas oscuras de nuestra nación; la Universidad ha sido el termómetro social para lograr cambios que han recalado en beneficio de la sociedad.

Desde siempre, quienes han pisado suelo universitario tienen muy clara la convicción de crecer para ayudar y devolver a la sociedad mexicana el enorme esfuerzo que hace día con día para mantenerla como una universidad pública envidiada en el mundo y posicionada como una de las mejores de todo el planeta en muchos campos de la ciencia.

La UNAM no está sujeta a descalificaciones de ningún tipo, ya que la forma en que ha puesto las cosas sobre la mesa ha sido con resultados. Resultados dentro de las aulas formando profesionistas de excelencia y fuera de ella pugnando por derechos y condiciones favorables para todas y todos los mexicanos. Aun con masacres criminales que se han perpetrado en contra de los estudiantes, han salido con calidad moral y ética a recomponer los malos gobiernos y a proponer soluciones para promover la grandeza de México.

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Hoy más que nunca los programas de estudio y las mentes brillantes dentro de la UNAM, han estructurado enseñanza en favor de la comunidad indígena, la igualdad de género, el desarrollo social, las energías limpias y la transparencia, demostrando que, más bien, es en otros lados donde el anquilosamiento es evidente, porque el progresismo sigue en el corazón universitario.

No, ninguna aseveración, además falsa, manchará el plumaje de nuestra digna, heroica y excelente Universidad Nacional Autónoma de México.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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