Opinión

Siete años de Urano

Para comprender el presente, necesitamos comprender el pasado porque el pasado siempre es un anuncio del futuro, es más, ¿quiere saber cómo será su futuro? No gaste dinero ni tiempo en adivinos: sencillamente revise su historia personal y las decisiones que ha tomado en el pasado.

La vida física de este planeta se basa en ciclos. De la misma manera que nuestro planeta tarda aproximadamente 26,000 años en completar un ciclo evolutivo, los eventos mundiales también ocurren en ciclos.

Este año comenzamos transitando en un ciclo de Urano en Tauro, que es una alineación planetaria de gran importancia, pues lo que está sucediendo, incluidos la pandemia mundial, los desastres naturales, el malestar político, la intolerancia a las diferencias raciales o sociales, los altos niveles de desempleo, y más, guardan una tremenda semejanza con los acontecimientos de las décadas de 1930 y 1940, en las que se suscitó la Segunda Guerra Mundial.

Todo esto como un claro ejemplo de que los ciclos de la naturaleza pueden regresar con toda su fuerza, dando lugar a los desafíos que enfrentamos hoy. Urano está en el signo zodiacal de Tauro desde finales del 2020 y hasta el 2026. Desde la perspectiva mística, esta conjunción es tanto constructiva como desafiante.

Pero también, un movimiento astronómico con proyecciones astrológicas nos permite entender inteligentemente lo que está sucediendo hoy en nuestro mundo. Por ejemplo, la última vez que Urano estuvo en Tauro, de 1934 a 1942, el mundo fue testigo del ascenso de Hitler y la primera mitad de la Segunda Guerra Mundial.

En ese momento prevalecía el holocausto de la Alemania nazi, el genocidio y la filosofía de la eugenesia, apuntando a la extinción de judíos, homosexuales, discapacitados y cualquier persona considerada impura o inferior. El fascismo surgió en muchos lugares de Europa y se centró en el abuso de poder de unos pocos sobre muchos.

También la falta de vivienda y el desempleo alcanzaron niveles sin precedentes, provocados por la depresión económica, así como por eventos naturales como terremotos, inundaciones, tormentas y sequías.

Un ciclo repetitivo siempre nos invita a hacer las cosas de diferente manera, a dar un paso en el escalón de la conciencia, y a tomar decisiones que nos lleven a mejores rumbos que las experiencias pasadas que fueron retos tan complicados.

Si esto es a nivel individual, a nivel colectivo, se convierte en algo mucho más fuerte, pues se trata nada más ni nada menos, que del futuro de la humanidad, que dependerá de cómo nos transformamos y empoderamos individual y colectivamente para enfrentar esta transición evolutiva.

A decir del Dr. Joseph Michael Levry, “al trabajar con las leyes de la naturaleza y estudiar los movimientos de las estrellas, podemos ponernos en contacto con las fuerzas inteligentes que brindan una mayor comprensión de por qué eventos como estos se repiten y cómo evitar ser víctimas de ellos”.

La Sabiduría Divina Espiritual nos faculta para interpretar estos mensajes universales con gran precisión y para expandir nuestra conciencia y poder servir como instrumentos positivos para la elevación del planeta en tiempos críticos, comenzando por aquello a lo que urge que tomemos cartas en el asunto de nuestra vida personal.

Este es un excelente tiempo para sanar los traumas emocionales, conductas adictivas, miedos y enfermedades mentales heredados, de la misma forma que heredamos la genética familiar.

Aunque no siempre es fácil, es fundamental que en estos tiempos estemos conscientes de traer Luz las sombras del inconsciente propio y el de nuestra sociedad, y cada uno con nuestro propio trabajo interno, por pequeño que sea, lograr que emergan las nuevas generaciones de humanos de nueva conciencia para el bien más alto del futuro y para el mayor bien de la humanidad.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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