Opinión

Todo cuesta más

El desplome de la clase media después de la Gran Pandemia es la realidad de millones de mexicanos, que ahora son espectadores de una peligrosa subida de precios. Esa es la verdad que no se puede esconder.

Falta indagar un poco en los rostros intranquilos de quienes usan el transporte público para sentir de cerca las cifras presentadas por el INEGI esta semana, las cuales hacen notar que entre 2018 y 2020, más de 6.2 millones de personas abandonaron la clase media para acrecentar las fieras olas de la pobreza nacional.

Pero viendo con detenimiento estas aterradoras cifras, se puede notar que las zonas urbanas fueron dañadas ante la caída de los sueldos, quebrantando los ingresos de 3.9 millones de mexicanos. Sin duda es incómodo analizar estos datos, porque las ciudades son los espacios donde el flujo de recursos tiene mayor fuerza en todo el país y, aun así, presentan grandes problemas.

El estudio del INEGI mostró que la mayor concentración de la clase media se encuentra en Baja California, Baja California Sur, Ciudad de México, Colima, Jalisco y Sonora, mientras que en los estados donde su presencia es menor se ubican hacia el sureste en las tierras de Chiapas, Oaxaca y Guerrero.

Contrastantemente, la inflación continúa su ascenso, registrando a octubre como el tercer mes continuo en aceleración. Es decir que en el décimo mes del año, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) del INEGI creció en 0.84 por ciento. Con estos niveles se habla del mayor avance de la inflación en un mes desde 1998, cuando los precios rozaron el 1.43%.

A nivel anual, el índice del INEGI marcó la inflación en los niveles más altos desde diciembre de 2017, cuando se ubicó en 6.77%. Además, en octubre se sumaron ocho meses en que el INPC encontró a la inflación por arriba del objetivo de Banxico, el cual era sostenerlo en 3% +/- un punto porcentual. Una tragedia que augura finalizar el año con presiones capaces de continuar con esta tendencia a la alza.

Pero lo grave es que estos índices jalaron los precios de productos como el tomate verde, los nopales, la cebolla, la electricidad y la sandía, los cuales fueron los más afectados por la fuerte tendencia inflacionaria.

El tomate verde incrementó su precio más de 25%, mientras que los nopales se ubicaron en 25.03%; por su parte, la cebolla, electricidad y sandía ahora cuestan 17% más caros.

Tanto la electricidad como el gas LP presentaron incrementos considerables comparados con septiembre. En el caso de la electricidad, de septiembre a octubre su precio aumentó 18.80% debido a que se terminó el subsidio que se otorgaba en algunos estados en verano, mientras el gas LP se encareció 8.20%.

Los datos presentados por el INEGI muestran, una vez más, que el mayor daño en la economía nacional lo reciben las y los mexicanos que salen a las calles en búsqueda de oportunidades reales de trabajo. Urge ahora más que nunca medidas como el Ingreso Básico Universal, propuesto por Acción Nacional desde marzo de 2020, porque la disminución de ingresos, la falta de trabajo y la inflación no dejan respirar a las familias.

Pongamos otros datos importantes sobre la mesa. Hoy la pobreza extrema atrapa a casi 11 millones de los mexicanos, dejándolos a su suerte; mientras que el sistema de salud sólo cubre a 43% de la población, una situación grave porque los gastos en este rubro incrementaron hasta 40% y no hay dinero que aguante.

Ahí están los problemas de México que esperan respuesta. Ahí tenemos la radiografía de los espacios que se deben atacar para mejorar el nivel de vida de todos en un país donde cada vez se gana menos y todo cuesta más.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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