No nos queda duda que cada vez que nos reunamos con nuestros socios comerciales más importantes como lo son EUA y Canadá, el tema primordial es el migratorio; ello aún cuando con Canadá el tránsito no sea tan numeroso y frecuente como con el suelo estadounidense.
Además la atención a la migración debe darse dentro de un diálogo franco y que dé resultados, no sólo como una atención de contención que beneficie sólo a nuestro vecino del norte, sino delinear una ruta que permita que en las grandes migraciones de Centroamérica, Sudamérica y nuestro propio país, sean respetuosas de los derechos humanos.
Entre los tres Estados bien se puede edificar un plan de desarrollo en todas las regiones con la peculiaridad de que México puede ser punta de lanza para que las personas que buscan una oportunidad en los EUA, tengan la alternativa de quedarse en sus países por convicción y no por resignación, ya que un proyecto conjunto puede permitir que se potencie el desarrollo de los países centroamericanos principalmente y eso implicaría atacar de fondo el problema.
Otro de los temas fundamentales es el Tratado México – Estados Unidos de América – Canadá, ya que dadas las circunstancias de las reformas que ha enviado el Titular del Ejecutivo, así como las acciones que se han tomado en diversos rubros, se trastoca seriamente un acuerdo comercial que había rendido frutos para nuestro país considerando que nuestros socios comerciales tienen enorme potencial en el intercambio.
Este tipo de reuniones deben ser constructivas, pensadas en resultados y no en el discurso que puede surgir de ahí, ya que, en el entendido de nuestra posición geopolítica, un buen diálogo con nuestros pares puede cambiar las condiciones de las y los mexicanos. Es por ello que tomar con seriedad estas reuniones, alejados de cualquier confrontación, darán como resultado un beneficio para el pueblo de México.
No habría resultado más desastroso que enfrentarnos en posturas ideológicas cuando la relación históricos de estos tres países ha transitado por acuerdos en donde todos salen beneficiados, sobre todo en un momento histórico en que requerimos recuperarnos económicamente y que debemos cambiar el rumbo hacía la concordancia dentro de un sistema económico absolutamente globalizado.