Los acuerdos y los hechos en la COP26

Del 31 de octubre al 12 de noviembre de 2021 se realizó, en la ciudad de Glasgow, Escocia, la 26.ª reunión de la Conferencia de las Partes (COP26). Se trata de la Cumbre que cada año llevan a cabo los países, incluido México, que integran la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). En ella participan jefas y jefes de Estado y de Gobierno, para adoptar decisiones con miras a combatir el cambio climático.

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC, por sus siglas en inglés) ha plasmado en su informe, Cambio Climático, que la acción humana aumentó la temperatura de la atmósfera, el océano y la Tierra.

De continuar el incremento indiscriminado de gases de efecto invernadero (GEI), como por ejemplo el dióxido de carbono (CO2) o el metano (CH4), es muy probable que se multipliquen la frecuencia y la intensidad de fenómenos naturales extremos, como las sequías, las lluvias, los huracanes y el derretimiento de la capa de nieve de los polos del planeta, entre otros.

En este contexto, la COP26, pospuesta en 2020 debido a la pandemia, tuvo como propósito principal tratar de limitar el calentamiento mundial a 1.5 ºC para finales de este siglo. Asimismo, se contemplaron temas paralelos relacionados con este objetivo.

Uno de ellos es la Declaración de los líderes de Glasgow sobre Bosques y Uso de la Tierra, la cual fue firmada por más de cien dirigentes de países cuyos territorios abarcan más del 85 por ciento de los bosques del planeta, a fin de revertir y detener la deforestación mundial para 2030.

Entre los países que lo suscribieron se encuentran México, el Reino Unido, Estados Unidos, China, Brasil, Rusia, Colombia y la República Democrática del Congo.

Cabe recordar, sin embargo, que en 2014 se firmó la Declaración de Nueva York sobre los Bosques, con la cual, de manera voluntaria también, se pretendía terminar con la mitad de la deforestación mundial para 2020 y detenerla categóricamente para 2030. Lejos de cumplirse esto, la deforestación ha aumentado en los últimos años.

En cuanto a la reducción de las emisiones de metano, alrededor de 130 países, entre los que se encuentra el nuestro, se comprometieron a disminuirlas para 2030 en un 30 por ciento, por medio del Compromiso Global de Metano, un plan internacional de control. No obstante, cabe destacar la no suscripción del mismo por parte de algunos de los grandes emisores, como Rusia, China e India.

A pesar de estos compromisos, alianzas y acuerdos explorados y discutidos en la COP26, existen otros temas que no fueron abordados, como la migración climática o el modelo de desarrollo económico productivista prevalente en el mundo, cuyo impacto en la depredación de los recursos naturales y en el clima es indudable.

En relación con la migración climática, cabe señalar que, al ritmo actual y de acuerdo con datos del Banco Mundial, el cambio climático provocará, para 2050, 143 millones de migrantes en las regiones del sudeste asiático, América Latina y África subsahariana.

El fenómeno de la migración climática requiere atención de parte de todos los gobiernos para buscar evitar este tipo de desplazamiento, así como para proteger a todas las personas que se encuentran en esa categoría, por medio de un estatus jurídico seguro.

Por otro lado, y como se ha referido, tampoco se abordó o se cuestionó el actual modelo de desarrollo económico productivista que prevalece en gran parte del mundo —es decir, el neoliberalismo—, y que, como señaló el presidente López Obrador durante su reciente participación ante el Consejo de Seguridad de la ONU, “(…) socializa pérdidas, privatiza ganancias y alienta el saqueo de recursos naturales y de los bienes de los pueblos y naciones”.

En este sentido, foros como la COP26 requieren ser espacios en los que verdaderamente se transforme a fondo la realidad planetaria para bien, y no en los que se busque preservar el statu quo económico y político de ciertos grupos o países para que todo siga básicamente igual.