Los tres líderes de los países de América del Norte: Andrés Manuel López Obrador, Joe Biden y Justin Trudeau coinciden en la importancia de combatir la desigualdad, luchar por la justicia social y tener una visión progresista de la acción pública. También están de acuerdo con promover la equidad, mejorar las condiciones de las minorías, fortalecer el respeto a los derechos humanos y, como región, ser más competitivos en el escenario global.
En la agenda de la IX Cumbre de Líderes de América del Norte se buscó incluir temas coincidentes entre los tres países; de esta manera, los asuntos a tratar contemplaron el combate a la pandemia de COVID-19 y la seguridad sanitaria; competitividad y crecimiento sustentable, y la búsqueda de una visión regional del flujo migratorio.
El mundo entero busca, después de casi dos años, recuperarse de la pandemia ocasionada por el virus SARS-CoV-2. Esto ha dependido, en gran medida, del avance en el proceso de vacunación. Los tres países de América del Norte han progresado en la protección a la población, al ritmo de sus posibilidades, la disponibilidad de insumos y de información.
Uno de los acuerdos del encuentro fue que, en reciprocidad por las vacunas entregadas inicialmente a Canadá y México por Estados Unidos, se donarán algunos millones a otros países de América Latina y el Caribe.
En la declaración conjunta también se estableció el compromiso de reforzar las cadenas de suministros médicos de la región, mediante la exploración de nuevas vías para fabricar componentes de las vacunas y otros insumos de salud. Se busca, en general, tener una mejor preparación ante otra emergencia de esta índole.
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En segundo lugar, los tres países buscan un desarrollo económico y una recuperación inclusiva; el T-MEC es un elemento para promoverla. Es necesario generar cadenas de valor resilientes para competir en el mundo. Al respecto, el presidente Andrés Manuel López Obrador mencionó que, si no hay algún cambio, China dominará el mercado mundial en 30 años y nuestra región habrá perdido presencia.
Frente a este escenario, el tratado comercial es la mejor herramienta para avanzar en la consolidación de los procesos productivos y aprovechar el potencial que representa el mercado interno. Otra propuesta sobre la mesa fue conciliar la oferta de mano de obra con la demanda laboral disponible y construir algún esquema institucional para este intercambio.
Las tres naciones acordaron que la migración regular, segura y ordenada es una prioridad; la idea de atender sus causas de raíz es compartida. Desde que comenzó la administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se ha establecido destinar recursos a la frontera sur de México y Centroamérica para generar mejores condiciones de vida que impidan a las personas abandonar de manera forzada sus comunidades. Se pondrá en marcha el programa Sembrando Vida para este efecto, que, de hecho, ya empezó a funcionar en Honduras.
Se reiteró el compromiso de resolver las causas de origen de la migración y de invertir en la región, priorizando la cooperación para el desarrollo, a fin de crear oportunidades económicas para todos. Es un desafío global que enfrentamos y que los países de tránsito y destino necesitamos atender de manera conjunta e integral.
A unos días de terminada la cumbre climática COP26, se tiene muy presente que el calentamiento global es un fenómeno que requiere de la cooperación decidida de los gobiernos, la iniciativa privada y la sociedad civil. Los tres líderes expresaron el compromiso por evitar el desastre, impedir que la “casa se prenda en llamas” —como ha alertado la activista Greta Thunberg— y promover condiciones para un desarrollo sustentable.
La afinidad de los gobernantes y la definición de los temas de la agenda permitieron generar acuerdos para avanzar. Será nuestra responsabilidad, ya sea en las funciones ejecutivas o legislativas, aterrizar las decisiones y continuar en los grupos de trabajo que se han formado para construir una América sana, segura, económicamente sólida, sustentable e inclusiva.