Opinión

Una oposición en la tormenta

Después de tres años del actual sexenio, urge reflexionar acerca del papel de la oposición, pues es deber de todos los partidos acercarse a la ciudadanía

Líderes de oposición
La oposición debe fungir como una opción para los ciudadanos. (Mario Jasso/Cuartoscuro)

Reflejado hasta la intimidad, el poder, por definición dentro de la democracia, encuentra su verdadero rostro entre las ondas críticas de la oposición. Ahí deviene su verdad. Una que desnuda las fallas de cada gobierno dentro de las aguas de la política.

Y para nada es asunto personal, porque ese es el rasgo característico de la pluralidad. Recorrer los cerrados callejones de las discusiones nacionales en busca de opiniones diferentes para entregar todos los temas a las manos de la sociedad. Ambos lados se definen simultáneamente entre críticas, coincidencias y disputas políticas, dejando al descubierto la representación de los diferentes sectores de la ciudadanía.

Es dentro de ese vaivén de pesos y contrapesos donde la pluralidad se convierte en la moneda de cambio, donde todas las opiniones tienen lugar. Por eso, tener una oposición seria, firme y fresca, que esté atenta a las necesidades de las y los ciudadanos es la pieza primordial dentro de los regímenes democráticos alrededor del mundo.

Porque no es suficiente contar con una oposición institucionalizada para el buen funcionamiento de una democracia. Es necesario contar con fuerzas políticas con credibilidad y con una oferta política consistente, pero sobre todo con una diversidad de voces que representen a todos.

Estamos hablando de una cercanía con la gente, conectando con las necesidades de nuestra sociedad, que ha sido abandonada en muchas ocasiones por los gobernantes. Existe una innegable responsabilidad con la legitimidad que se ha encomendado a las fuerzas de oposición y está dentro de sus responsabilidades el abanderar los retos de la sociedad con resultados adecuados.

PUBLICIDAD

Porque los resultados deben verse, sentirse y oírse con contundencia. Veámoslo claramente, pues después de un año del impacto de la pandemia, la pobreza laboral en México continúa alimentándose, dejando alrededor de 52 millones de personas afectadas, de acuerdo a datos del Coneval. Otro termómetro, es el incremento de la inflación que ya supera el 7% en noviembre; es decir, la mayor cifra en 20 años.

El Inegi reveló que el índice subió un 0.69% respecto a la segunda mitad de octubre, el mayor incremento en cuatro años para este periodo, dejando ver la grave situación en la que nos encontramos.

Los grandes problemas nacionales son los que deben tener la mayor atención de todos, dejando a un lado la política de un solo hombre tanto dentro, como fuera de los organismos de gobierno, pero también de los partidos políticos. De eso trata la pluralidad. Esa es la cara de la democracia moderna, donde todos tienen la oportunidad y el deber de opinar para mejorar los resultados de nuestro país.

Permitir una oposición fuerte sin atacarla, ni menospreciarla es el acto más democrático que un gobernante puede tener, ya que en las elecciones siempre se abre la puerta a un crisol de opciones para formar fuerzas políticas representativas de una sociedad tornasol.

Después de tres años del actual sexenio, urge reflexionar acerca del papel de la oposición, pues es deber de todos los partidos políticos acercarse a la ciudadanía, mostrando una oposición responsable, talentosa y ágil. Volverse una opción atractiva para las y los mexicanos es el verdadero golpe de timón para alcanzar los objetivos de nación.

Porque si algo queremos todos es que le vaya bien a México.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

Tags

Lo Último