Opinión

Sumar o restar

Foto: Pixabay

En cada cosa que hacemos, siempre tenemos un sello invisible: el signo de más o el signo de menos. Dicho en otros términos: o estamos sumando o estamos restando. Decidir nuestras batallas para saber a qué abonamos y a qué restamos, es una manera de fluir con lo mejor de la vida.

En cada situación, grande o pequeña, siempre existe ante nosotros la elección de sumar o el de restar. Claro que cada circunstancia es distinta, pero ahí, en la esencia de cada escena, de cada decisión, ante cualquier persona, siempre tenemos dos opciones: o le abonamos o le quitamos. Por definición, abonar es sumar, contribuir, mejorar, y restar es disminuir, quitar, rebajar, sustraer. De alguna manera es describir lo positivo y lo negativo, pero en términos más sencillos.

¿Qué le ofrece usted a la vida, a sus seres queridos, a su trabajo, a su entorno? ¿Está sumando más de lo que resta o resta más de lo que suma? Y aquí no se trata de responder de forma ambigua o relativa, ni de tomar la fácil salida de “es tu opinión, pero no la mía”, sino de acciones tangibles que, o suman, o restan.

Es común pensar que los acontecimientos de nuestra vida están desligados unos de otros. Al menos eso es lo que hemos aprendido, sobre todo, en la cultura occidental, pero, lo ignoremos o no, funcionamos por medio de principios universales descritos en todas las religiones y conocimientos espirituales del mundo, y estos principios son la matriz con la cual todo opera.

Así que, aunque en un momento dado no somos capaces de conectar que, si le robamos dinero a alguien, la ley de correspondencia hará que nos esté haciendo falta dinero, es eso lo que ocurre. Es en esto, precisamente, en lo que no somos víctimas del destino, sino labradores de nuestro propio camino.

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La vida opera con el principio matemático y preciso que equilibra los opuestos, como el símbolo del Ying y el Yang, así que en lo que nos toca hacer y dar, o no hacer y no dar, tenemos que cuidar que la balanza quede en equilibrio; de lo contrario, es la propia fuerza de la vida la que vendrá a hacer contrapeso.

No me crea mucho, lo puede comprobar por usted mismo: haga una lista de todos sus problemas actuales, ya sean temas de salud, trabajo, relaciones, o economía, e intente ligarlos con su manera de actuar en los últimos meses. Si puede, recuerde lo más lejos que sea capaz, y pregúntele a su conciencia ¿en qué punto se generó esto que estoy viviendo? Se sorprenderá de cómo desde lo más hondo de usted, emerge la luz de su conciencia que le habla con claridad.

Puede ser, incluso, que un tema se mezcle con otro, por ejemplo, un reto de traición en sus relaciones amorosas tiene su origen en una traición que usted le hizo a alguien en el trabajo; o un reto que le esté restando salud, tiene su causa emocional en algún dolor con el que usted le restó a la vida de alguna persona.

Y, al contrario, si le pasan cosas buenas, puede tomar conciencia de aquello en lo que sumó, sin esperar algo a cambio, y que la vida le está abonando en la forma de “golpes de suerte o buenas rachas”. No se trata de buscar o sentirse culpables, sino de despertar al mecanismo con el que continuamente estamos generando lo que nos ocurre, por medio de las leyes del cosmos.

Absolutamente nada pasa al azar, así como nada transcurre desapercibido en nuestra matemática personal, para la gran suma o resta universal.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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