No se han aplicado las medidas necesarias para contener la tendencia al alza de la inflación, porque simplemente en la 4T no las conocen. Es evidente que no saben cómo se gobierna un país. Tienen amplia experiencia en hacer campaña, pero cuando se trata de planear para administrar los recursos de una Nación, la mayoría de las decisiones las toman mal.
Los primeros tres años de este gobierno han sido devastadores para la economía de las familias mexicanas y lo confirman las cifras oficiales que registraron el año que concluyó, con el mayor aumento de precios en los últimos 20 años, con un índice inflacionario del 7.36%
Lo anterior afecta directamente el bolsillo de los mexicanos, pues el ingreso de las familias, cada vez alcanza para menos. Antes del gobierno de López Obrador, una familia promedio hacía su despensa con mil pesos para una semana, ahora tienen que comprar menos o gastar 300 pesos más. Lo que hace 3 años se compraba con mil pesos, ahora se compra con mil 300 pesos.
La inflación está íntimamente ligada con el ejercicio del gobierno. Es claro que, a mal gobierno, mayor inflación. El gobierno de la 4T, solo ha destruido los anhelos de los mexicanos y ha generado 4 millones más de nuevos pobres.
Cuando López Obrador era candidato se comprometió a bajar los precios del gas y la gasolina. De acuerdo con lo publicado en el Diario Oficial de la Federación, la gasolina y el diésel subieron de precio a partir del primero de enero. Estos incrementos no sólo afectan a quienes tienen un carro o a los transportistas, el problema es que los precios de todos los productos que consumimos, se encarecen.
Otros productos que también sufrirán un incremento son las bebidas saborizadas, es decir, los refrescos y jugos costarán 7% más.
Cada día se ve más lejano que un mexicano pueda cumplir su sueño de comprar una casa, de adquirir un coche o simplemente irse de vacaciones. Es urgente que el gobierno tome medidas que beneficien a los mexicanos para que dejen de ser una fábrica de pobres.