En estos días, a fines de esta misma semana, el Consejo del INE estará emitiendo la convocatoria para que el día 10 de abril acudamos los ciudadanos a las urnas para ratificar o revocar el mandato del presidente López Obrador.
Algo innecesario y probablemente inconstitucional, ya que en el 2018 el presidente fue electo para un periodo de seis años y este no se puede ni acortar ni alargar, por una ley o reforma expedida con posteridad a esa fecha.
Recordemos el caso Bonilla que pretendió alargar su periodo después de ser electo para dos años y la Suprema Corte señaló que esto era inconstitucional por que estaba en contra del principio de certeza que rodea a las elecciones.
[ ¿Viaje en pandemia? acá unos tipsOpens in new window ]
Se juntaron las firmas y se cumplió el requisito de dispersión en 17 estados, los más aplicados fueron CDMX, Guerrero, Baja California Sur, Campeche, Oaxaca, Chiapas, Tabasco y Zacatecas, gobernados casi todos por Morena, que es justo de donde se espera que haya la mayor participación en las urnas.
Lo ideal, para quien la promueve, es que se alcanzara el 40% de participación que dice la ley es decir 36,000,000 de votos, lo que, por falta de interés, pandemia encima y falta de recursos no se ve fácil; desde ahora el culpable se sabe será el INE, incluso si la SHCP incurre en un incumplimiento de sentencia por no otorgarle el faltante solicitado.
Los cálculos más optimistas en un primer escenario son que 26,000,000 digan si se quede y 10,000,000 digan que no y con esto se pueda legitimar el resultado y advertir que ese apoyo les permite modificar la Constitución, impulsar la reforma eléctrica, la política-electoral y además por que no, ir pensando en la reelección, inmediata o indirecta es decir dejando pasar un periodo.
[ ¿Dónde poner tu dinero? prueba ser original y emprendeOpens in new window ]
Esto que suena posible, no se ve fácil, implicaría un gasto enorme para poder movilizar a los seguidores e igual una gran campaña de división social para alentar a esos diez millones en contra.
PUBLICIDAD
Un segundo escenario pesimista, es que voten 20,000,000; de estos 15,000,000 a favor del presidente y 5,000 000 en contra, el resultado no sería vinculante ni serviría para los propósitos políticos, finalmente habría una participación de un 20% y un apoyo de 16%, habría sido un gasto inútil y lo único es que provocará que el presidente sepa que estados le fallaron en movilizar gente y en el apoyo hacía el, desde luego la cargaría contra el INE.
Un tercer escenario es que participen los 36,000,000 y que de estos 20,000,000 sean a favor y 16,000,000 estén en contra e incluso que, en algunos estados como Guanajuato, la Ciudad de México, Chihuahua y Nuevo León el presidente pierda en las urnas, algo similar a las elecciones del año pasado.
[ ¡Decídete por un Toyota híbrido ya!Opens in new window ]
Este escenario reflejaría un ejercicio democrático más útil, tal vez ayudaría a que se corrijan algunas cosas que no han funcionado, como salud, construcción de carreteras, seguridad, aumento de desempleo y pobreza. Es posible que se piense más en dejar el cargo en 2024 sin seguir dividiendo a la sociedad. Una vez lanzada la convocatoria, todo es posible ¿y si no gana?