Opinión

Thich Nhat Hanh

El maestro zen vietnamita Thich Nhat Hanh, en el centro, llega para una gran ceremonia de cánticos en la pagoda Vinh Nghiem en Ciudad Ho Chi Minh, Vietnam, el 16 de marzo de 2007 (AP Photo, File) (Anonymous/AP)

Hace apenas unos días, trascendió de este plano el gran Thich Nhat Hanh, un Maestro zen budista vietnamita, poeta, erudito, activista por la paz, reconocido como uno de los líderes espirituales más importantes del mundo, nominado una vez para el Premio Nobel de la Paz por Martin Luther King Jr., y escritor de muchos libros para superar nuestras incertidumbres debilitantes y terrores personales.

Sin duda uno de los monjes budistas más notables de los últimos tiempos, considerado por el periódico New York Times como el segundo líder más influyente, después del Dalai Lama, principalmente por la difusión de la práctica de lo que hoy se conoce como Mindfulness, o la atención plena y consciente en el instante presente, y con esto, del enfrentamiento a las cosas de nuestra naturaleza humana que más nos asustan o nos hacen sufrir.

En palabras de Hanh: “Tenemos miedo de cosas fuera de nosotros que no podemos controlar. Nos preocupamos por enfermar, envejecer y perder lo que más atesoramos. Tratamos de aferrarnos a las cosas que nos importan: nuestras posiciones sociales, nuestras propiedades, nuestros seres queridos. Pero abrazarnos con fuerza no alivia nuestro miedo.

Eventualmente, un día, tendremos que soltarlos a todos… Para muchos de nosotros, incluso cuando estamos más felices, hay miedo detrás de nuestra alegría. Tememos que este momento termine, que no consigamos lo que necesitamos, que perderemos lo que amamos, o que no estaremos a salvo. A menudo, nuestro mayor temor es el conocimiento de que un día nuestros cuerpos dejarán de funcionar.

Así que incluso cuando estamos rodeados de todas las condiciones para la felicidad, nuestra alegría no es completa…” Maestros despiertos como Thich Nhat Hanh, nos dejan un gran legado para aprender, o reaprender, cómo es que la experiencia de la vida puede caminarse con más dicha, gozo, y por entero.

Siempre vamos a atravesar por momentos malos y buenos, por sensaciones agradables y desagradables, por las polaridades que conforman la vida material en este planeta, sin embargo, es muy distinto experimentarlas de forma consciente o estar dormidos. Los estudios sugieren que las prácticas de atención plena pueden ayudar a las personas a controlar el estrés, a sobrellevar mucho mejor las enfermedades graves y a reducir la ansiedad y la depresión.

La gran mayoría de quienes han practicado la atención plena reportan una mayor capacidad para relajarse, más entusiasmo por sus vidas, mayor capacidad para estar solos y una mejor autoestima, que es la base desde donde realmente podemos caminar el sendero del amor y el respeto por la vida. A decir de Hanh: “Si tus relaciones se basan más en el miedo que en el entendimiento mutuo y la felicidad compartida, entonces no tienen una base sólida.

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Puedes sentir que necesitas a una persona para crearte felicidad, sin embargo, en algún momento puedes encontrar la presencia de la otra persona como una molestia y querrás deshacerte de ella; ahí es cuando sabrás con certeza que tus sentimientos de paz y seguridad no vienen realmente de esa persona, o de las cosas”.

Estar en atención plena de nuestro momento presente, hace posible que podamos experimentar la vida con una capacidad más grande de conectar con nuestra conciencia, es decir, con la única fuente de la que nos podemos valer para lograr que nuestras vidas sean verdaderamente plenas y felices. Muchas gracias Thich Nhat Hanh.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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