La nueva era digital ha traído consigo a grandes figuras que se han visto transformadas en fenómenos irreparables de la música. Lo mejor de estos representantes del arte de sonidos y letras, es que van mucho más allá de la fama y logran encajar con una nueva generación de consumo de entretenimiento.
Incluso pareciera que estos prodigios de la industria se han encargado de crear una nueva religión que pudiera en una serie de ficción dominar al mundo.
Y no es un secreto que, en los últimos años, BadBunny se ha encargado precisamente de ello, de crear una religión a través de sus canciones, su forma de vestir y su estilo de vida, y es algo que el conejo malo compartirá siempre mediante su música.
“Es una nueva religión por la intensidad, los fanáticos son únicos y estoy muy agradecido con ello, especialmente aquí en México porque desde el día uno que llegué se sintió la energía y el amor de los fans y estoy siempre agradecido con todo”.
Esa misma intensidad de la que se habla, es la que se vivió hace unos días cuando la euforia y la necesidad de ver a un ente tan grande como Bad Bunny en vivo, se apoderó de un país entero. Y es que México se vio envuelto en esta fiebre y en la ilusión de ver a un artista admirable en escena, y en la urgencia de volver a disfrutar de un concierto a lo grande luego de la crisis a la que se enfrentó la música.
Fueron menos de cinco minutos el tiempo suficiente para conseguir no sólo un “sold out” en las grandes ciudades de nuestro país en las que se presentará, sino que se aperturaron dos fechas más, en el deseo de disfrutar de Benito en vivo.
Ante ello, el famoso “Conejo Malo” ha expresado en más de una ocasión su gratitud para con el público de México y el mundo que lo ha llevado a la cima en la que hoy en día se encuentra.
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“Se siente bien haber logrado esto, porque todo fue muy natural, nada se forzó, no obligué a nadie a escucharme y el que me escucha es porque le gusta y me siguen porque les gusta quien soy y creen en mi como artista y no hay mejor sensación como artista que saber que lo que estás haciendo es real”.
Y es que el puertorriqueño tiene razón, no hay mejor sensación cuando vives por y para el arte, que saberte haciendo cosas reales y que tocan en la mente y el alma de tu público.
No obstante, el camino no fue sencillo y aunque el artista tuvo un golpe de suerte impresionante, en el proceso se ha visto juzgado y demeritado por el género en el que se desenvuelve.
“Yo ya no pienso en el significado de los géneros, porque gracias a lo digital y a la música misma hay miles de personas dando versiones distintas del trap, y yo creo que cada quien puede tener su propia visión del trap y decir lo que quiera decir, yo hago música y yo vengo con mi propio flow, mi propio estilo y hay muchas fusiones y el género se ha convertido en top mundial y por eso se le puede dar el significado que quiera, porque para mi la música no tiene división”.
Y es que esto se trata solamente de celebrar a la música, de abrazarla y de convertirla en un motivo de alegría, en cada día de nuestra vida. Así, que no nos resta más que seguir con esa filosofía que trae BadBunny y entender que la música no tiene división y que se hace con el único propósito de llenar de vida, esperanza y emoción a quien la escucha.