El día de ayer observamos en el Congreso Federal e igual en el Senado, las dos cámaras más altas legislativas que tiene este país una expresión de compañeras y compañeros periodistas como no se había visto nunca.
Estamos viviendo momentos únicos e insólitos que genuinamente espero que fortalezcan la protección que todas las y los periodistas merecen en este país porque sí bien seguimos en una cuarta transformación donde seguidores y seguidoras de Morena y creyentes del presidente Andrés Manuel López Obrador siguen sin aceptar que lo que hacen contra diversos periodistas de distintas ideologías y de distintos medios es violencia y pone en peligro sus vidas. Al mismo tiempo, observamos una reacción como la de ayer.
Felicito y me uno al llamado de las y los periodistas que hoy en la mañana decidieron guardar silencio como señal de protesta y también aquellos y aquellas que ayer aunque el Congreso intentaba ocultarlo pues se manifestaron y tomaron parte de la vida pública como ya lo tienen desde hace décadas para exponer sus problemas.
El tema de los periodistas no solo son las amenazas frecuentes de los grupos delictivos y las amenazas de los funcionarios públicos de todos los niveles que a lo largo del país creen que pueden aminorarlos o amenzarlos sino también se enfrentan a muchas cuestiones de índole laboral, a veces acoso a las compañeras periodistas dentro de sus medios y de falta de condiciones dignas para ejecutar su labor.
Desde el Congreso de la Ciudad de México estamos organizando distintas actividades para poder escucharlos y saber realmente cuáles son los planteamientos porque de algo estamos seguras es que solamente con la presión del gremio es que vamos a lograr avanzar porque no tenemos un gobierno afín a esta causa.
Tal como paso con el tema de las feministas, fuimos nosotras y fueron ellas las que levantamos la voz y han logrado cambios en este gobierno, yo me congratulo porque las y los periodistas estén tomando fuerza y valor y estén señalando a todas aquellas autoridades que hemos o han fallado en el cumplimiento de su trabajo.
Como diputada local yo me uno a este llamado y sobre todo como comunicóloga de formación porque sin comunicación no hay democracia y porque asesinando periodistas no se asesina la verdad.
El presidente tendría ya que quedarse callado, eso es lo que hemos pedido muchísimas veces: quedarse callado escuchar y dar un giro de timón para que en este país las y los periodistas no se sientan vulnerados y amenazados desde la máxima tribuna del país pero sobre todo también para que todas las demás autoridades también se pongan a chambear porque a las y los periodistas mucho les hemos fallado en el cumplimiento de nuestra labor pública pero lo que importa es recomponer el camino y aceptar que sin periodistas no hay democracia.