Nuestra Constitución establece los principios rectores de la política exterior, entre otros, la no intervención, la autodeterminación de los pueblos, la solución pacífica de controversias y la cooperación internacional para el desarrollo. La Carta de la Organización de las Naciones Unidas se pronuncia también en contra de la intrusión en los asuntos que son de la jurisdicción interna de los Estados.
La semana pasada, el tono y el contenido de una declaración del legislador republicano Ted Cruz en una sesión del Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense expusieron el cruce de una línea de respeto en los asuntos de otro país. Quisiera destacar varios puntos sobre este tema:
El senador Cruz infamó el trabajo del Gobierno mexicano en temas muy sensibles, como lo son la inseguridad y la violencia. Todos los órdenes y ramas del gobierno sabemos que ambos son una prioridad y nos preocupa lo que está pasando en varias comunidades del país. Estamos destinando todos los recursos y capacidades disponibles para generar condiciones de estabilidad y paz social, a pesar de la debilidad en las finanzas y la corrupción heredadas de administraciones pasadas.
Desde el año 2018 definimos una nueva estrategia para combatir la delincuencia, que se basa en atacar la pobreza, una de las causas de raíz de la violencia. Buscamos que quienes delinquen tengan opciones para no hacerlo. Es incluso un tema que hemos llevado a varios foros internacionales, como a la Asamblea General de las Naciones Unidas, con muy buena recepción.
Estamos conscientes de que cualquiera de los grandes problemas de la humanidad, como la migración, el cambio climático o la salud, requiere de la cooperación internacional. Con Estados Unidos compartimos historia, principios, familias binacionales y tenemos una economía integrada. En estos años también construimos nuevas reglas de colaboración en comercio y seguridad. Definimos planes que aterrizan los compromisos de los diálogos bilaterales de alto nivel y sostenemos una relación de corresponsabilidad más firme y promisoria que en el pasado. También establecimos indicadores que permitirán revisar los avances de manera periódica.
Nos encontramos en un proceso de transformación. Sin duda, el enfoque social de este Gobierno, con prioridad en la atención a las personas en situación de pobreza, afecta intereses. La pérdida de privilegios puede explicar la motivación de artículos, notas o editoriales que sin fundamento ni evidencia atacan el trabajo que realizamos. Ojalá hubiera propuestas y elementos de valor que contribuyeran a la conversación pública. La inclusión de calumnias e inferencias disfrazadas en medios de prestigio internacional no suma a la solución de los principales problemas nacionales, sino que genera un ambiente corrosivo y polarizante.
La agenda personal del senador Cruz resuena en sus palabras. Desde que obtuvo su escaño en 2013, ha defendido los valores más conservadores de la política de la Unión Americana, manifestándose en contra de cualquier reforma de carácter social, ya sea sobre migración, salud o educación. De hecho, el politólogo neerlandés Cas Mudde lo ubica en la derecha radical del espectro político estadounidense. Además, el legislador es de los pocos que ha mantenido su fidelidad al expresidente Donald Trump. Con este tipo de señalamientos, incentiva el apoyo de las bases del otrora mandatario para una posible empresa electoral futura.
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Ante todo, llamo a la prudencia, a recuperar la conversación productiva, a no exacerbar las diferencias, sino a avanzar en los acuerdos. También coincido con el embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma Barragán, en que el senador Cruz debe ampliar su mirada y sumarse a la lucha contra el tráfico ilegal de armas y personas, que tanto daño ha hecho en ambos lados de la frontera.
Trabajamos con Estados Unidos en establecer las condiciones para construir comunidades seguras y cumplir así con uno de los objetivos del Entendimiento Bicentenario. La polarización y los argumentos carentes de premisas no contribuyen, al contrario, sólo debilitan los esfuerzos en favor del bien común.