Entre 2012 y 2021, en México se perpetró el 58 por ciento de los asesinatos de periodistas en Latinoamérica. En el informe “Bajo riesgo: un informe inédito de RSF sobre las deficiencias de los mecanismos de protección a periodistas en América Latina”, Reporteros Sin Fronteras expuso que en México, Brasil, Honduras y Colombia se reportaron 134 de los 139 asesinatos a comunicadores en dicho periodo de tiempo.
En el caso de México, la RSF reportó 81 periodistas asesinados, sin incluir los cinco homicidios contra comunicadores en lo que va de este año.
“Estos asesinatos sólo son la punta del iceberg de las violencias perpetradas contra la prensa y la forma más visible y extrema de la censura que se aplica de facto contra la información en estos cuatro países”, dice el informe.
Otros tipos de agresiones contra periodistas que documentó Reporteros Sin Fronteras fueron: amenazas, secuestros o detenciones arbitrarias, en las que pueden enfrentarse a procedimientos judiciales abusivos, actos de espionaje o la destrucción de su material de trabajo.
La mayor parte de los asesinatos y agresiones contra comunicadores mexicanos, según añadió el informe, se concentraron en estados con intensa presencia del crimen organizado. Los reporteros que cubrían noticias locales sobre corrupción, narcotráfico, violencia, seguridad pública y asuntos relacionados fueron las principales víctimas.
El texto señala que uno de los motivos por los que existe la violencia contra los periodistas en México es que integrantes de diversas instituciones de gobierno figuran entre los mayores sospechosos de crímenes contra la libertad de expresión: el Ejército, la FGR y las fiscalías estatales de Veracruz y Oaxaca.
La organización no gubernamental internacional también acusó que el discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador contra los medios de comunicación fomenta las agresiones hacia los periodistas. Bajo este escenario, RSF consideró a México como el país sin conflicto armado más peligroso para la prensa en todo el mundo.
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“El discurso estigmatizante de López Obrador contra la prensa alienta los ataques contra los periodistas. Al menos cinco periodistas y trabajadores de medios de comunicación han sido asesinados en México en los primeros 40 días de 2022″, señala el informe.
El discurso de López Obrador en contra de los medios de comunicación y periodistas subió de tono durante los últimos días, agregó más calificativos contra el gremio e, incluso, le dedicó más tiempo a sus ataques, a pesar del incremento de violencia hacia este sector durante el primer mes del año.
A los ataques sumó los calificativos de: paladina de la libertad, prensa vendida, periodistas al servicio de la mafia del poder, golpeador, corrupto, mercenario, tendencioso, sin ideales y sin principios.
Los constantes ataques de esta semana se suman a calificativos que ha empleado desde que inició su administración, como: hampa del periodismo, prensa fifí, conservadores, chayoteros y maiceados.
La organización Artículo 19 ha advertido que las expresiones del presidente en contra de la prensa pueden incentivar ataques contra periodistas e incrementar el nivel de vulnerabilidad y riesgo al que se enfrentan.
En el fondo, lo que no entiende López Obrador es que a la verdad no se le mata.
Esta columna va con dedicatoria a los cinco periodistas asesinados en lo que va de este 2022: José Luis Gamboa Arenas, Margarito Martínez Esquivel, Lourdes Maldonado, Roberto Toledo y José Ignacio Santiago Martínez, así como a los más de 150 comunicadores víctimas de la delincuencia en lo que va del sexenio.