La Auditoría Superior de la Federación reportó que en la última revisión a la Cuenta Pública 2020 que realizó se encontraron irregularidades millonarias que ascienden a 63 mil 10 millones de pesos, esto en tan solo mil 616 auditorías.
Las anomalías se encuentran principalmente en las obras insignia del presidente, el Aeropuerto de Santa Lucía tiene reportes de 20 mil millones de pesos del fideicomiso, la Refinería de Dos Bocas de 59. 2 millones en pagos indebidos, pagos en exceso y adjudicaciones directas y en el Tren Maya hay gastos no reportados e indemnizaciones no justificadas por mil 300 millones por sobrecostos.
La corrupción no se queda solo en eso, las malversaciones de los fondos llegan a programas como Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro. Pero también se expanden a Conade; Lotería Nacional con el intento de venta del avión presidencial; el Insabí, en contrataciones de personal médico y paramédico, compras de insumos como ventiladores, batas, pruebas y la compra de ventiladores que no se entregaron con un costo de 920.4 millones de pesos.
La Secretaría de Salud no tiene claro el número total de dosis que recibió y las dosis que se distribuyeron. Lo que si es que veíamos a algunos funcionarios que no se cansaban de presumir en redes sociales las fotos con las dosis de las vacunas y el “éxito” de los procesos de vacunación.
Aquí el faltante es de 2 mil 728 millones de pesos, por lo que nos surge inevitablemente una pregunta ¿por qué no utilizó esa suma para abastecer el tratamiento de los niños con cáncer en el país u ofrecer mejores servicios a la población o entregar equipo necesario para hacer frente al covid-19? Nada de esto sucedió y hoy hablamos de un uso injustificado de los recursos públicos y si no se logra rendir cuentas estaremos hablando de un robo descarado y cínico al erario.
Y por si todo lo anterior fuera poco, lo más lamentable de todo esto es que el sector con más problemas es justamente el encargado de ver por los que menos tienen, el desarrollo económico, en dónde quedó el lema de “primero los pobres”. Este rubro tuvo un desfalco de 11 mil 848 millones de pesos, de los cuales 8 mil 920 millones de pesos son en Agricultura y Desarrollo Social.
Ahí no termina la lista de anomalías, por su parte la Secretaría de Educación también cuenta con afectaciones por 620 millones de pesos mientras que la Secretaría de Bienestar reporta daños por mil 116 millones; el discurso de primero los pobres le ha funcionado estratégicamente para lucrar con la necesidad de las y los mexicanos y a pesar de las condiciones en las que se encuentra el territorio nacional, los programas de sociales han sido una de sus mejores herramientas para desviar y justificar sus robos, por ejemplo: la pensión de adultos mayores tampoco se salvó y las irregularidades apuntan a 22 millones de pesos en donde entregó apoyos a personas que no cumplían con los requisitos y peor aún, 10 millones de pesos fueron otorgados a 2 mil personas fallecidas, también figura la Secretaría de Hacienda, Turismo y Comunicaciones. Ninguno de estos actos tiene justificación. Exijamos esclarecimiento por parte del presidente y sobre todo que pare ya con los engaños a las y los mexicanos. La corrupción en su gobierno no tiene límites. ¡Justicia¡ Al tiempo…