El tema de la Organización Mundial de la Salud para del Día Mundial de la Salud, el 7 de abril del 2022, “Nuestro planeta, nuestra salud”, centra la atención mundial a la interconexión entre nuestro planeta y nuestra salud. Aunque usted no lo crea, la interacción entre dentro y fuera de nosotros, o con el medio ambiente, obedece también a la ley universal de correspondencia que establece que como es arriba es abajo y como es adentro es afuera.
Este principio es tan literal como se escucha, pues de aquello de lo que nos alimentamos, no sólo físicamente, sino emocional y mentalmente, dependerá también la calidad de nuestra salud. Deepak Chopra describe este principio de una forma muy ilustrativa al decir cómo los átomos del aire que está usted respirando, han viajado desde el otro lado del mundo, traspasando el tiempo y el espacio, y que estos son los mismos que respiró Jesucristo, Buda, Gandhi, o Hitler.
La energía no se destruye, sólo se transforma, por tanto, todos los elementos de la Tierra han circulado desde el inicio de los tiempos, yendo y viniendo, pasando por unos y por otros, y por todos los reinos de la naturaleza. Tan conectados estamos, que hemos vivido un ejemplo sin precedentes con la pandemia mundial por SARS-COV2. ¿Cómo podríamos cortar el aire, el agua, la tierra o el fuego?
Esto no sucede en este mundo. Las medidas que adoptemos para cuidar al planeta serán como un espejo de las que adoptemos para cuidar nuestra valiosa salud. Por eso el tema de la OMS con la campaña de este año es de llamar gratamente la atención. Nuestra buena calidad de salud es lo más grande, importante y valeroso que podemos tener, puesto que disminuirla representa un cambio radical en la vida que puede convertirse en una experiencia muy difícil y dolorosa.
Ahora más que nunca, es tiempo de voltear a ver el cuidado de nuestra salud física, mental y emocional, pero también y en el mismo nivel de importancia, el cuidado de la salud de la Madre Tierra. ¿Qué está haciendo usted para contribuir a sanar a este planeta? No hay acción pequeña, y no hay entorno pequeño.
La relevancia del cuidado de lo que respiramos, comemos, bebemos, va de la mano inseparablemente con las prácticas sobre cuidado ambiental que tenemos. No quiere decir ser restrictivos en un modo negativo, pero sí tomar acciones que sirvan para todos. Es interesante reflexionar acerca de esta relación que existe entre nosotros y el mundo.
Es un momento ideal para replantearnos la manera de relacionarnos con la naturaleza. También y de forma paralela, cuidar de aquello que pensamos, pues recordemos el principio o la ley de que “todo es mente”. Tenemos que recomponer la manera en la que mentalizamos, visualizamos y concebimos a la Tierra, en resumen, la manera de quererla y amarla. Tenemos que hacerlo, pues es nuestro planeta anfitrión por un tiempo breve.
Como dice el lema de la OMS: ¡Actúa! E inspira a otros a lograr #UnFuturoSostenible