Las rencillas de AMLO ponen en riesgo nuestra democracia

“Lo que hace López Obrador con el país no es casualidad, viene siguiendo un manual populista para perpetrarse en el poder”

Opinión. Andrés Manuel López Obrador durante la conferencia de prensa matutina (Galo Cañas/Galo Cañas)

Cuando López Obrador exclamó: “Al diablo con sus Instituciones” nadie fue capaz de imaginar la severidad con la que lo aseguraba y que se concentraría en acabar especialmente a los organismos autónomos. Durante las intervenciones del tabasqueño en sus inservibles y cotidianas “mañaneras” ha declarado abiertamente atentados directos contra el Banco de México (BM), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el que a su parecer es su enemigo público número uno: el Instituto Nacional Electoral (INE), entre muchos otros.

Lo que hace López Obrador con el país no es casualidad, viene siguiendo un manual populista para perpetrarse en el poder, y de esta manera acabar con la democracia. La Constitución es muy clara en el artículo 83 que a la letra dice el Presidente durará en el cargo 6 años y que el ciudadano que haya desempeñado este rol habiendo sido electo, con carácter de interino o sustituto o asuma provisionalmente en ningún caso o motivo podrá volver a desempeñar este puesto. Si bien el papel de la oposición ha sido señalar cada uno de los errores del gobierno, nunca hemos pretendido violar nuestra Carta Magna.

La revocación de mandato es un obsesión más del inquilino de Palacio Nacional para intentar destruir una institución que nos ha costado mucho a todos los mexicanos construir, el INE, y es que se le olvida que desde esta institución se lleva a cabo un ejercicio de participación ciudadana, que en el día de las elecciones se ve reflejado en las casillas electorales. López Obrador con esto busca desacreditar al INE porque además le recortó el presupuesto para poder realizar de manera adecuada este referéndum, pues si el número de votación no resulta ser el que él espera, acusará y señalará a las autoridades electorales, seguramente en la mañanera del 11 de abril como ya es costumbre.

Es aquí donde tenemos que seguir muy atentos y señalando porque está mal lo que el tabasqueño propone, pues es bien sabido que ha denigrado la educación y la profesionalización de todos los sectores, el ejemplo más claro son los nombramientos diplomáticos, ¿por qué menciono esto y sobre todo cómo nos afecta? La respuesta se encuentra en el rígido proceso de selección que en la actualidad enfrentan los funcionarios para asumir el cargo de Consejeros y Magistrados, entre los que se puede resaltar: revisión estricta documental de su experiencia laboral, examen de conocimientos, ensayo presencial y valoración curricular y entrevista.

Por otro lado, el comité que se encarga de evaluar a los candidatos cuenta con una gran reputación en el ámbito académico, quienes además provienen de privilegiadas instituciones como por ejemplo, en 2020 estuvieron integradas por miembros de la Cámara de Diputados, el INAI (Instituto Nacional de Acceso a la Información) y la CNDH (Comisión Nacional de los Derechos Humanos).

PUBLICIDAD

Una vez completado el proceso de selección, los perfiles que resulten como mejores candidatos también deben cubrir una serie de requisitos tales como nunca haber ostentado un cargo de elección publica, ni haber militado en ningún partido político, con el propósito de mantener la neutralidad y garantizar los procesos electorales transparentes en la nación.

Un contrapeso como lo es el INE es crucial para alejarnos de escenarios que hemos visto antes en Bolivia, Nicaragua o Venezuela, dejar de lado las examinaciones y pruebas de competencia para acceder a puestos que regulen y vigilen los procesos electorales sería dar la espalda a procedimientos sólidos y confiables de emisión y conteo de votos populares. Es necesario contar con perfiles que aseguren el buen funcionamiento y sobre todo hagan prevalecer las buenas prácticas, en palabras de Lorenzo Córdova: se trata de mejorar el sistema electoral de México no retroceder a partir de una decisión sin diagnóstico serio, mucho menos sin contar con un consenso político que lo respalde.

Es por eso que la propuesta de reforma electoral de López Obrador es igual a arreglar lo que no está descompuesto, busca recortar el presupuesto a la mitad de un órgano que necesita operar en las mejores capacidades dada la importancia que tiene para la vida democrática en el país. Mientras el tabasqueño enfrenta una crisis de seguridad sin precedentes, informalidad laboral en cifras récord y ni hablar de la pobreza que ha incrementado alarmantemente en los últimos años, busca la manera de arremeter contra la transparencia electoral de la que goza en la actualidad nuestro país. Me declaro totalmente en contra de la reforma y a favor de la democracia. #YoDefiendoAlINE. Al tiempo…

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

Tags

Lo Último