Desde luego que sí. Uno de los principios del que debemos partir quienes tomamos decisiones como servidoras y servidores públicos, sobre todo cuando entre nuestras funciones se encuentra el elaborar el marco normativo que rige la sociedad en nuestro país, es que nuestra representación que se nos dio en las urnas no es para que aprobemos cualquier cosa desde el desconocimiento, por lo que en un ánimo de construir leyes bien hechas en lo técnico y en lo social, tenemos la obligación de escuchar las voces expertas en las materias de que se trate.
Hoy tenemos una reforma eléctrica que, tal y como está diseñada, no será de utilidad e impactará de forma negativas para el pueblo de México contrario a lo que los discursos oficiales establecen. Debemos analizar desde la posibilidad de la generación, distribución y comercio de la energía, pero con un punto de vista que recale en escenarios de competitividad que beneficien a los consumidores y, al mismo tiempo, con la imperante necesidad de cambiar las formas para proteger al ambiente de un cambio climático acelerado e inminente.
Debemos recordar que no somos un país aislado, por el contrario, en un mundo globalizado dependemos de la correlación con otros países, máxime que tenemos uno de los acuerdos comerciales más importantes del mundo en el TMEC, un acuerdo que incluso fue firmado en el actual sexenio como para que existan pretextos para no cumplirlo y pretender borrarlo por decreto.
El violar aspectos del TMEC puede acarrear sanciones de cientos o miles de millones de pesos cuando la apertura se estaba consolidando pensando en quienes menos tienen.
Hoy, con la posibilidad del Parlamento Abierto, tenemos una herramienta fundamental para que, lejos de posturas políticas, los auténticos expertos determinen la viabilidad o no de una reforma que, siendo honestos, tampoco urge en su aprobación. Debemos tomarnos el tema con seriedad y tiempo a fin de entregar un resultado positivo, porque las prisas de una persona no serán el punto de inflexión para un cambio constitucional de enorme calado.