Esta semana Chevrolet presenta ante el mercado mexicano un vehículo que viene equipado con todo para apropiarse de una buena participación de mercado en el segmento de las pick-ups medianas. Lo hace con toda la artillería posible, pues le ha dejado con las versiones necesarias, la capacidad de carga y arrastre perfecta al segmento, las motorizaciones adecuadas, las opciones para flotillas y para uso personal necesarias para luchar por este segmento y si tiene los inventarios suficientes, los carroceros pueden construir cualquier tipo de carrocería necesaria para quienes la necesitan con la chasis cabina, entonces Chevrolet tiene uno de los grandes vehículos que le puede catapultar en su participación de mercado en México.
La presentación, no fue cualquier otra, la plana mayor de General Motors de México apoyando la llegada, los distribuidores unidos, en torno a lo que pueden generar con este producto, los nuevos clientes y las ventas de volumen.
Para ponerle emoción, la marca armó paquetes de personalización pues también esperan uso personal de la misma con lo que consolida la gama desde un trabajo rudo, hasta una aventura en familia fuera de camino.
Las cifras hablan de lo que han hecho con el producto, pues para entrar a luchar por un lugar en este mercado es necesario mucho, ya que los adversarios son muy contundentes, muy buenos y líderes en el segmento. Lo que han traído para buscar el éxito son dos motorizaciones, ambas cuatro cilindros, una normalmente aspirada de 2.4 litros con 141 caballos de potencia y 148 libras-pie de torque con transmisión manual de cinco velocidades y otra de 2.0 litros – menor cubicaje – pero de mayor potencia por ser turbo llegando a 218 caballos de potencia y multiplicando el torque hasta 258 libras-pies, a la cual le han puesto una caja manual, pero en esta ocasión de seis velocidades.
En cuanto a características para trabajo, le han dejado con más de una tonelada de carga, lo que es necesario para competir en este aguerrido segmento, la chasís cabina de hecho lo rebasa llegando hasta 1.2 toneladas de carga y bien por arriba la versión turbo reporta 1.5 toneladas de peso.
En transición a uso de trabajo rudo y pesado, así como el segmento personal y de aventura, en la turbo dispusieron una caja de tracción a las cuatro ruedas, con lo que así como llega original podrá con el trabajo en minas, montañas, laderas y obras complicadas, así como estará a placer de los entusiastas para ir a la aventura, tanto que se han hecho paquetes personalizados con costo adicional, como uno llamado “Appearance” con insertos en el cofre, salpicaderas, molduras especiales, y otro de aventura con una llamada “sportsbar, calcomanías laterales especiales y portabicicletas.
Como valores de Chevrolet no han dejado de incluir el control electrónico de estabilidad StabiliTrak, seis bolsas de aire, asistente de frenado y cámara de reversa.
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En el segmento de entre los 379,900 pesos hasta los 600,000 pesos esta S Max puede ser la diferencia en ventas para la armadora, a la venta desde mayo, en versiones chasis cabina 379,900 pesos, cabina regular en 405,900 pesos, doble cabina en 439,900 pesos y la doble cabina turbo 4x4 con un precio de 599,900. La importancia se confirma con las palabras de Jorge Plata, director de mercadotecnia de GM de México: “Estamos incursionando en uno de los segmentos más importantes del mercado, ya que actualmente 10 de cada 100 vehículos que se venden en México son pickups medianas y estamos convencidos de que S10 Max será un referente”.
Ahora a esperar su llegada, los inventarios y la capacitación a ventas para atacar a las flotillas posibles y a carroceros para hacer realidad las distintas opciones para carga que ofrece el chasís cabina.
-Memo Lira