Eran las 22:22 horas del 3 de mayo de 2021, se escuchó un ruido estruendoso sobre la avenida Tláhuac, era el colapso de la estructura de un tramo elevado de la Línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC) de la Ciudad de México, era el colapso de la corrupción y sus consecuencias eran mortales. 27 personas no regresaron a sus casas, no terminaron sus estudios, no volvieron al trabajo, no volvieron a ver a sus hijas e hijos y no volvieron jamás a abrazar a sus seres queridos.
A un año del crimen, las víctimas siguen sin encontrar justicia y los culpables libres, incluso con aspiraciones presidenciales. Las investigaciones no han sido claras tampoco transparentes. Vivimos en un México donde prevalece la JUSTICIA SELECTIVA, donde las leyes no protegen a todas las personas por igual, un país donde existen muchas leyes, pero cero respeto al Estado Constitucional de Derecho.
Lo ocurrido en la Línea 12 del Metro no fue un accidente, fue un delito por omisión. En el año 2015 la Auditoría Superior de la Federación (ASF) reportó que la Línea 12 tuvo fallas desde su construcción y certificación. Entre las irregularidades detectadas se encuentran la omisión de trabajos, la falta de instalación de equipos, obras inconclusas, el peso del tren inducía esfuerzos extraordinarios a las vías deteriorándolas y reduciendo su vida útil. Finalmente, determinaron que el tren podía operar con seguridad, sin embargo, se encontraba cerca del límite aceptado.
Por otro lado, el presidente, preocupado por el impacto que esto tendría en sus planes políticos, atrajo el asunto a sus mañaneras, le quitó toda responsabilidad a los verdaderos culpables, prohibiéndoles hablar del tema e instruyendo que únicamente él podría contestar las preguntas relacionadas con la tragedia.
Pero la realidad es que el inquilino de Palacio tampoco responde, él sigue con su circo mañanero señalando a todo aquel que no coincide con su forma de pensar. Mientras tanto seguimos esperando el esclarecimiento de quién o quiénes fueron los responsables, siendo esto de vital importancia para terminar con el ciclo de injusticia que ha permanecido en las grandes tragedias ocurridas durante los gobiernos de López Obrador y Claudia Sheinbaum, respectivamente.
Un año ya del entramado de corrupción, negligencia grave, múltiples errores e impunidad y al día de hoy la pregunta es si se hará justicia y veremos a las y los culpables pagando por ello. Les recuerdo que la Directora del Metro en ese momento Florencia Serranía no dijo nada. Simplemente renunció. Se la tragó la tierra. Se fue.
Este gobierno ha tratado de todas las formas de que no se hable del tema apostándole al olvido. En el Congreso de la CDMX el Partido Acción Nacional propuso realizar una sesión solemne por el aniversario luctuoso de las víctimas de la Línea 12 misma que fue rechazada por el bloque oficialista.
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En la Cámara de Diputados propusimos una Comisión de Seguimiento a las investigaciones y tampoco fue posible. También hace unos días un grupo de legisladores entregamos una carta a la Fiscal General pidiéndole que de resultados pronto y que no se convierta en tapadera de las y los posibles responsables y exigimos una justa reparación del daño para las familias de las víctimas.
Los responsables de la tragedia tienen que ser presentados ante la justicia, el peor enemigo de una sociedad es la IMPUNIDAD, ya que abre la posibilidad para que en los próximos gobiernos siga prevaleciendo la negligencia y errores cuyo costo son vidas humanas. #3DeMayoNoSeOlvida
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