La presente legislatura en el Senado de la República se le denominó de la “paridad de género”, por la conformación de 64 senadoras y porque hemos trabajado intensamente en la elaboración y adecuación de diversos ordenamientos legales en materia de igualdad entre mujeres y hombres; soy integrante de la Comisión para la Igualdad de Género, en donde hemos aprobado diversas iniciativas de ley, que promueven la erradicación de la discriminación y violencia física y psicológica en contra de las mujeres, particularmente, la Ley General de Acceso de las Mujeres a una vida Libre de Violencia.
Sin embargo, hay mucho trabajo por realizar, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, los retos que tenemos enfrente son muy considerables en la tarea que nos corresponde como legisladoras y legisladores federales, debemos continuar elaborando y modificando los marcos normativos que promuevan, respeten, protejan y garanticen todos y cada uno de los derechos humanos y fundamentales de las niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres.
Uno de los problemas mayores en nuestro país, es la inseguridad y la violencia que, en todas sus facetas, sufren las mujeres y que, lamentablemente, las cifras de casos siguen aumentando, sin pasar por alto la brecha salarial existente, la carga desproporcionada del trabajo doméstico y no remunerado de manera equitativa, el matrimonio infantil, el acoso y hostigamiento sexual en los centros de trabajo y en las escuelas, los estereotipos de género, prácticas discriminatorias contra ellas (cultura patriarcal); lo cual, no tengo duda que es la educación una vía para resolver estos problemas.
Finalmente, a mi juicio, es de vital importancia que los poderes legislativos (federal y locales), aprueben mayores presupuestos y recursos para que los marcos normativos se ejecuten y los programas que atienden problemáticas de mujeres se lleven a cabo.
¡Feliz día de las madres!