La renuncia del Director de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (SENEAM) tiene de forma implícita la respuesta, ya que su dimisión no fue por un caso aislado, sino que fue producto de la seguidilla de irregularidades en la navegación aérea en nuestro país, lo cual ha sido desencadenado por una aparente falta de planeación en todos los proyectos y lineamientos que tienen que ver con el rubro.
Desde hace mucho tiempo, expertos nacionales e internacionales en materia de aeronáutica hicieron énfasis en los problemas que surgirían por el simple hecho de contar con dos aeropuertos a tan poca distancia y, además, por no tener espacios suficientes en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México para todas las aerolíneas así como el tránsito recurrente que llega a nuestro país, sin embargo, la respuesta fue la descalificación por encima del entendimiento.
El cambio de situación es alarmante, ya que pasamos de tener problemas en los retrasos y cancelaciones de vuelos por la saturación del Aeropuerto, a una situación tan preocupante que puede desembocar en graves accidentes donde se pueden perder vidas.
En esas circunstancias nos queda claro que la actuación de las autoridades encargadas de esa área ha sido sumamente deficiente, sin embargo, debe haber un replanteamiento de las estrategias, protocolos y rutas para evitar que en algunas semanas nos estemos lamentando de pérdidas irreparables.
El trazo de las rutas con la única intención de forzar el uso de un aeropuerto que ha demostrado su falta de capacidad para atender el ritmo aeronáutico de nuestro país ha llevado a que las circunstancias se vuelvan peligrosas tal y como lo ha denunciado en varias ocasiones y desde hace muchas semanas el Sindicato Nacional de Controladores de Tránsito Aéreo y que como respuesta han recibido amenazas y hostigamiento laboral.
Debemos entender que el correcto funcionamiento aeroportuario tiene que ver más allá de viajes turísticos, sino que implica el desarrollo económico del país, toda vez que a través de este llegan insumos y mercancías vitales en el tráfico comercial que, con un solo día de mala operación puede traer pérdidas multimillonarias para el país y, por lo tanto, al pueblo de México, por lo que se requiere seriedad, profesionalismo y apartarnos de pasiones de grupo.