En días recientes se dio a conocer que el asesino de la activista y abogada de Puebla, Cecilia Monzón, fue su expareja, no es ni la primera ni la segunda mujer en México que el homicida es algún familiar o conocido.
Lo que nos lleva a decir que la impunidad mata. Esa impunidad que los protege y les permite estar prófugos. La gran mayoría de los feminicidios en el país son cometidos por gente cercana a la víctima.
Cecilia Monzón defendía a las mujeres víctimas de violencia intrafamiliar, y por desgracia, ella fue una de esas víctimas.
Hoy las mujeres que huyen de la violencia intrafamiliar y que viven en refugios están inciertas, porque hasta ahora el gobierno federal sigue sin entregarles el presupuesto a estos centros de ayuda.
La Red Nacional de Refugios ha informado que llevan más de seis meses en espera que de que se les entreguen los recursos provenientes del Presupuesto de Egresos aprobado en la Cámara de Diputados desde diciembre de 2021.
Vamos a mitad del año y los refugios no han recibido el dinero etiquetado para su supervivencia. No se trata de los encargados de los refugios, se trata de proteger la vida de cientos de mujeres que salieron de su casa junto con sus hijas e hijos para salvaguardar su vida y la de ellos.
Hoy las mujeres que viven en ese refugio están siendo víctimas de un gobierno indiferente a sus derechos, porque es una obligación del Estado proteger y resguardar la vida de las y los ciudadanos.
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Los hombres asesinan a las mujeres con total impunidad porque saben que en México las leyes no se hacen valer, y que al gobierno federal en turno no le interesan las causas ni los derechos de las mujeres.
En México cada día son asesinadas once mujeres por el hecho de ser mujeres; once feminicidios al día, de los cuales uno o dos de ellos es contra una niña o adolescente.
Dejar a los refugios sin recursos es darles la espalda a las mujeres que habitan ahí, es ponerlas en riesgo, porque de cerrar el centro por falta de ingresos quedarían indefensas y con la posibilidad de perder la vida si las encuentra su victimario.
Cecilia Monzón es el ejemplo más claro del riesgo que corren las mujeres cuando su victimario es su expareja. Historias como la de ella se repiten a diario.
Del 2018 al 2021, el gobierno federal ha contabilizado a 5 mil 072 huérfanos por feminicidios en México.
Abril es el segundo mes del 2022 con más casos de feminicidio en México, con un total de 82 a nivel nacional, de acuerdo con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
¿Cuántas Cecilias Monzón necesitamos para que la impunidad no mate más mujeres? ¿Cuántos feminicidios se necesitan para que los refugios cuenten con los recursos federales etiquetados? ¿Cuántas mujeres asesinadas se requieren para que la burocracia no les arranque la vida?
Los refugios para mujeres que sufrieron violencia intrafamiliar es su última oportunidad, es su paso del infierno a una vida sin miedo, seguir deteniendo los recursos para éstos es violentar desde el Estado.