De la iniciativa de reforma constitucional en materia electoral que fue enviada desde abril a la Cámara de Diputados por parte del presidente y que suponemos será igual en lo fundamental a la que se dice que enviará en próximos días, es importante mencionar que si bien la modificación del INE destaca por la novedosa forma propuesta de elección de sus consejeros y la desaparición de las autoridades locales, existe una propuesta de mayor relevancia constitucional que propone modificar la forma de integración del poder legislativo y de la representación popular, tanto a nivel federal como local y que modificaría sus bases fundamentales, que se establecieron justo para darle voz a las minorías desde la reforma política de Reyes Heroles de 1973.
La propuesta considera la desaparición de los 200 diputados plurinominales o de representación proporcional, pero también de los 300 diputados de mayoría y en su lugar propone que existan 300 integrantes de la Cámara de Diputados que serían electos mediante un sistema de listas por estado de la República y la Ciudad de México, es decir se eliminan los distritos electorales y las cinco circunscripciones plurinominales.
Las nuevas diputadas y diputados estarían siendo electos por listas presentadas por los partidos políticos en cada estado y el número de representantes de cada uno de ellos, dependería de su población, así por ejemplo a Aguascalientes le corresponderían tres que es el mínimo y al Estado de México 40 que es el máximo, a Veracruz 19, jalisco 20 y Ciudad de México 22, con un criterio que corresponde al porcentaje que representa la población de la entidad a nivel nacional.
No habla la iniciativa de que algunos de los diputados de la entidad serían los de la primera minoría por lo tanto se asume que los que llegan al Congreso serán los de la lista del partido más votado. La ciudadanía erigiría al partido político más que a los candidatos en lo individual cuestión que de alguna forma ya sucede, pero también los candidatos ganadores tendrían mayor compromiso con su partido que con sus electores. La cuestión fundamental que preocupa es que se pierden las voces de la minoría, la oposición en turno estaría muy pobremente representada.
Suponiendo que el partido ganador en cada estado sea el del gobernador en turno y sumando ya a los seis nuevos de 2022, tendríamos que la composición de la Cámara de Diputados sería de 181 diputadas y diputados de Morena y aliados, 85 de la alianza PRI, PAN, PRD y 34 de MC, considerando que el PRI retuviera el Estado de México, de lo contrario la mayoría absoluta con 219 miembros la tendría Morena y Va por México se quedaría con 45.
El tema es que la iniciativa además de reducir la representación opositora desaparecería las voces de las minorías y esto es un retroceso democrático de 50 años, habrá que ver si la única justificación del ahorro y la austeridad puede justificar eliminar la voz minoritaria en el Congreso federal y en los locales, que recordemos fue justo el inicio de la democratización del país.