Mucho he hablado en mis columnas sobre la gran estafa que ha resultado ser López Obrador, pues durante 12 años de campaña se dedicó a criticar y señalar a los gobiernos en turno y a prometer un sin fin de cosas que ahora en la presidencia se han vuelto un desastre nacional.
Uno de esos ejemplos, es el del tema migratorio, a los migrantes mexicanos les prometió desarrollo y empleos para que no tuvieran que irse a trabajar a Estados Unidos.
A los migrantes centroamericanos les ofreció visas de trabajo y oportunidades para trabajar en sus “grandes obras”. Ninguna de las dos cosas ha ocurrido.
El contexto regional nos debiera hacer reflexionar sobre los muchos frentes que tenemos abiertos, los gobiernos populistas en Cuba, Nicaragua y Venezuela han incrementado los flujos migratorios por las duras condiciones en las que viven, tan solo en el mundo hay 6 millones 133 mil 473 venezolanos convirtiéndolos así en una de las diásporas más grandes del continente americano.
La inmigración centroamericana en marzo de 2022 llegó a una de las cifras más altas en 20 años, 221 mil 303 personas intentando ingresar a Estados Unidos desde México.
La situación migratoria ha tenido muchos cambios de políticas especialmente con los gobiernos estadunidenses, pero sobre todo un cambio radical entre Trump que impuso una política migratoria mucho más dura con un discurso completamente antiinmigrante lograno implementar en nuestro país el Programa Quédate en México, que envía a las personas que intentan cruzar a Estados Unidos a ciudades fronterizas mexicanas.
Un acuerdo aceptado por el gobierno de López Obrador que nos convirtió en un tercer país seguro sin tener garantías para poder dar la atención debida a las miles de personas que intentan cruzar diariamente.
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Con la llegada de Joe Biden a la presidencia el programa fue cancelado, pero también el intento de lograr el sueño americano ha triplicado el número de migrantes por lo que este programa tuvo que ser reinstaurado en diciembre de 2021.
En México, lamentablemente las dos instituciones encargadas de la política migratoria, el Instituto Nacional de Migración (INM) y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) han sufrido de la mano de la austeridad republicana recortes que no hacen más que limitarlos en su acción y ni hablar de la Subsecretaría de Gobernación que está encargada del tema, no existe.
Son muchos factores que influyen en la decisión de migrar entre los que pueden estar la inestabilidad política y económica, la creciente inseguridad, la inseguridad alimentaria, las violaciones de derechos humanos, los desastres naturales que cada vez son más fuertes por el cambio climático y los estragos de la pandemia, que en muchos países incremento la pobreza y la pobreza extrema.
Sin duda, son muchos los factores pero también hay una deuda con las millones de personas que salen de su país de origen buscando mejores oportunidades.
No dejemos de ver que esos migrantes son de países en su mayoría de los países en los que hay gobiernos de tinte autoritario que lo primero que prometieron fue ver “primero por los pobres” y lo que han hecho es multiplicarlos. Al tiempo…