El uso de videojuegos y redes sociales no es un juego. Del otro lado de la consola o del celular hay un riesgo real que debemos prevenir con las mismas reglas del mundo virtual.
Los datos del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México revelan que a estos espacios del mundo digital también se han traslado delincuentes que buscan captar niñas, niños y adolescentes.
El “2º Reporte Anual Trata de Personas Riesgos tras la Pandemia. Enero 2021-Junio 2022″, basado en los reportes realizados a la Línea y Chat Nacional contra la Trata de Personas (LNCTP) 800 5533, ubica que el 51% de las víctimas son menores de edad.
Además, hubo un aumento del 118% en los reportes de pornografía infantil y del 20% en la búsqueda de víctimas por medio de videojuegos como Free-Fire o Call of Duty, que cuentan con más de 55 millones y 100 millones de usuarios respectivamente.
El anonimato ha sido una de las mayores ventajas para los tratantes que crean perfiles falsos para establecer amistades con sus víctimas y, a partir de la confianza establecida con base en falsa comprensión y afecto, solicitarles fotos o videos íntimos o abandonar su hogar.
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Los riesgos en el espacio virtual están relacionados con los hábitos de consumo y por lo mismo son prevenibles. En promedio, de acuerdo con la agencia Askids, niñas, niños y adolescentes mexicanos pasan 60% de su tiempo libre en actividades con pantallas. Esta actividad incrementa los fines de semana.
Entonces, vale preguntarnos, sobre todo ahora que las vacaciones de verano comenzaron, ¿estamos las madres y padres preparados para acompañar a hijas e hijos en el proceso de fortalecer su seguridad cibernética?
Una de las principales herramientas con las que contamos es el control parental, que permite supervisar y adecuar el contenido y tiempo de uso en los dispositivos tecnológicos, restringir el acceso a sitios web, activar medidas de privacidad, filtrar contenidos, evitar que compartan información en línea, programar horas de apagado y tiempo máximo de conexión.
No solo sirven en computadoras, también en celulares, tabletas, televisiones inteligentes, servicios de streaming, consolas de videojuegos y redes sociales.
Su uso es altamente recomendable con niños y niñas, pero no debemos olvidar que el mejor control parental es la supervisión y la comunicación. Los celulares, tabletas y consolas de videojuegos no son sustitutos de las y los responsables de crianza, aunque puedan parecer entretenidos al momento, su costo a mediano plazo podría ser muy alto.
Explicarles los riesgos y hacerles comprender el uso responsable de la tecnología y el autocuidado digital, les permitirá disfrutar los beneficios del mundo digital sin temor a malas experiencias.