La historia política de Nicaragua es sumamente compleja, a finales de los años 70, los guerrilleros Sandinistas derrocaron al dictador Somoza quien había dejado al país en una deplorable situación. Una vez en el poder, el gobierno Sandinista se alineó con Cuba y la entonces Unión Soviética. El primer mandato de Daniel Ortega inicia en 1985 y sí, todo empeoró con la dictadura socialista impuesta, misma que fue eliminada poco tiempo después gracias al voto popular.
Sin embargo, en 2007, como resultado del deficiente desempeño de los gobiernos liberales y conservadores, Daniel Ortega regresó al poder imponiendo nuevamente el sistema socialista y uniéndose al bloque bolivariano encabezado por Hugo Chávez y Nicolás Maduro.
Recordemos que en la actualidad Nicaragua es considerada la economía más empobrecida del istmo y el segundo país más pobre de América Latina, situación que naturalmente ha originado inseguridad alimentaria, disminución del poder adquisitivo, migración, desempleo, violencia, falta de acceso a la educación y a la salud pública, entre otros.
Además, infinidad de ciudadanos han sido asesinados por las Fuerzas Armadas y otros han sido encarcelados injustamente.
Efectivamente, bajo este contexto de violaciones sistemáticas a los derechos humanos y abusos hacia la población por el grupo en el poder, la Iglesia Católica se ha convertido en la institución de más confianza para los ciudadanos.
Si bien es cierto, desde la década de los años 80 el gobierno sandinista ha sostenido relaciones bastante ásperas con la Iglesia Católica, relaciones que se han tensado con el paso de los años hasta llegar a uno de los momentos más críticos de su historia que derivó, hace algunos días, en la detención de la más alta autoridad católica en aquel país por parte del régimen nicaragüense, la del Obispo Rolando Álvarez, titular de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de Estelí.
Según la información oficial esta detención, estuvo “motivada” por los supuestos intentos del Obispo para organizar grupos violentos que incitaban a llevar a cabo actos de odio en contra de la población a fin de desestabilizar al Estado y atacar a las autoridades.
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Por tal motivo, también han sido canceladas las estaciones de radio y canales de televisión que el Obispo dirigía en Nicaragua.
De acuerdo con un informe de la ONG Observatorio Pro Transparencia y Anticorrupción, la Iglesia Católica ha recibido casi 200 agresiones entre abril de 2018 y mayo de 2022 en Nicaragua, entre los que se encuentra el incendio en la capilla de la imagen de la Sangre de Cristo en la Catedral de Managua declarado como atentado por el Papa Francisco.
Estos ataques a la Iglesia Católica, que bien podrían ser perpetrados a cualquier otra profesión de fe, demuestran que como a todos los líderes autoritarios, para el régimen de Ortega, cualquier situación u opinión que vaya en contra de su persona implica una amenaza.
Los ataques constantes a la iglesia en Nicaragua demuestran una vez más, que los regímenes totalitarios impiden el diálogo y cierran caminos pacíficos para solucionar los problemas. Callan injustamente y por la fuerza a las voces disidentes. ¿Les suena familiar? Ojalá me equivoque.
Aunque no olvidemos que el presidente de México ha defendido y respaldado al dictador y a su esposa. Incluso peleó para que fuese incluido en la Cumbre de las Américas. Sin éxito. Al tiempo…