El pasado 03 de agosto del año en curso, 10 mineros quedaron atrapados en un pozo de carbón “el Pinabete”, ante el colapsó de los túneles donde trabajaban, en el municipio de Sabinas, en el Estado de Coahuila, de ahí a la fecha han pasado más de 25 días sin que se tenga noticias respecto de su rescate vivos o muertos.
Lo que ha provocado fuerte desesperación, desolación y tristeza entre los familiares de dichos trabajadores, dado que los avances han sido escasos y los trabajos de rescate se han centrado por varios días en drenar el agua que inunda los pozos (60 metros de profundidad).
Sin embargo, lamentablemente a medida que se extrae el líquido del pozo, vuelve a filtrarse, lo que dificulta enormemente el trabajo, resaltando que en estos trabajos ha participado la sociedad civil y personal de distintas dependencias del Gobierno Federal y de la Entidad Federativa, así como de una empresa alemana y otra estadounidense.
De las últimas noticias que se tienen al respecto, es que la titular de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) Laura Velázquez, se reunió con los familiares de los mineros atrapados, para informarles que los trabajos para excavar los accesos correspondientes pueden extenderse entre seis y once meses; así como para sugerirles una última vía: indemnizaciones a los allegados.
Este caso, sin duda, implica la vida de 10 seres humanos, lo cual, lo hace un tema por demás prioritario e importante, más allá de si se tardaron en pedir ayuda internacional, lo importante es que se logre localizar y rescatar a los mineros, desde luego, en el menor tiempo posible, que se lleven a cabo todas las acciones y se destinen los recursos por parte de las autoridades correspondientes, con dicha finalidad, es indispensable.