¿Qué medidas van a tomar para que se cumplan las propuestas y las opiniones que las niñas, niños y adolescentes, que también formamos parte de nuestro amado país, dijimos en la Consulta?, preguntó María Elena Nájera López, quien participó en la Consulta Infantil y Juvenil 2021.
A nuestras niñas, niños y adolescentes les importa ser amados, acompañados, no ser violentados, discriminados, invisibilizados. No están de acuerdo con el abuso sexual infantil, la violencia contra las mujeres, ni el bullying.
Les gustaría opinar sobre las leyes que tratan de su cuidado y que se les escuche sobre las políticas que afectan su vida. Quieren contribuir en el cuidado del medio ambiente, estudiar, que se atienda la salud mental infantil y que hayan más oportunidad de empleo para sus padres. No quieren vivir en la pobreza, en las calles, y quieren un país sin violencia.
Esto es lo que arrojaron los resultados de la Consulta Infantil y Juvenil 2021, que realizó el Instituto Electoral Nacional (INE). Un ejercicio democrático que hace efectivo el derecho de nuestra niñez y adolescencia a expresarse y participar.
La Consulta recogió las opiniones de 6 millones 976 mil 839 niñas, niños y adolescentes de todo el país, de entre 3 y 17 años, poco más de la quinta parte de la población mexicana de ese segmento de edad (21.48%), es decir, uno de cada cinco.
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Contó con boletas en sistema braille, fue traducida en 19 lenguas indígenas, incluyó menores con discapacidad, en situación de calle, afrodescendientes, migrantes y que viven en albergues o en instituciones; y por primera vez, la temática consultada fue decidida por los niños y niñas tras realizar un sondeo en donde se les preguntó en qué temas les gustaría dar su opinión.
Gracias a la Consulta podemos conocer que durante la pandemia por la Covid-19 se han sentido felices, tristes y aburridos; así como, afectados en sus rutinas escolares, sus relaciones de amistad, hábitos de sueño y alimentación.
Este esfuerzo mayúsculo del INE nos ha permitido conocer que nuestra niñez y adolescencia han sido testigos de maltrato en forma de gritos, castigos, golpes y de que no se respeta su cuerpo.
Hay quienes expresaron que ayudan en las labores del hogar, que trabajan, que cuidan a sus hermanos o hermanas menores, que son discriminados por su discapacidad, su color de piel, religión, forma de hablar, de vestir, pero también, por su peso y estatura.
Nuestras niñas, niños y adolescentes están a favor de eliminar esteriotipos de género, de contar con atención e información para tener una vida saludable y una salud mental deseable, proteger sus derechos, eliminar la violencia contra las mujeres y contrarrestar el cambio climático.
Como bien lo dijo el consejero presidente, Lorenzo Córdova, esta consulta no debe quedarse como un registro, tiene que incidir en la toma de decisiones en este país, pues solo así habrá una diferencia en la solución de los problemas que los aquejan y puedan desarrollarse plenamente.