Opinión

El poder intelectual

El poder de la lectura
FOTO: DANIEL AUGUSTO /CUARTOSCURO.COM (Daniel Augusto/Daniel Augusto)

Los alcances para una mente entrenada que sabe estar en balance, no tienen límites. Al convertirnos en personas más equilibradas, que tienen la capacidad de poner atención, de discernir, y de pensar con claridad, le damos forma a nuestro intelecto y preparamos a la mente para abrirse a la sabiduría de la conciencia.

Si, por ejemplo, usted quiere lograr un proyecto o materializar el sueño de toda su vida, es indispensable que tenga disciplina y persistencia. Para esto, su mente debe estar enfocada, atenta, vigilante y adaptable a los cambios.

La conciencia está detrás de los pensamientos, como la parte que observa lo que se está pensando y es mucho más grande e infinita, pero permanece silenciosa mientras el intelecto esté burdo u opaco, como un cristal sucio.

En este estado, la mente se vuelve maleable y muy influenciable. Mantener la mente en balance por medio de prácticas como la respiración consciente o la meditación, y también por medio del trabajo con el intelecto, le permiten a la conciencia poder expresarse más y mejor, o, en otras palabras, asomarse más.

Leer, por ejemplo, nos hace mejores, además de por el conocimiento adquirido, porque cuando leemos tranquilamente, bajan nuestros niveles de cortisol, que es una hormona que nos saca de foco y tiene efectos muy perjudiciales para la salud, como la hipertensión y la caída del sistema inmune. Hacer ejercicios numéricos, matemáticos, o resolver un problema físico o una ecuación química, permite que nuestro cerebro se fortalezca a pasos agigantados.

El propósito y verdadero poder que debemos encontrar en la educación formal, en el conocimiento y la autoinstrucción, es lograr que el intelecto se convierta en una maquinaria de extraordinaria precisión que a su vez genere nuevos conocimientos y también pensamientos provechosos que nos eleven el alma y el espíritu por medio de la apertura de la conciencia.

Al abrir nuestra conciencia estamos permitiendo que la parte más sabia de nosotros, que está conectada a una inteligencia superior, tenga una entrada directa para manifestarse. Por eso es tan importante que realicemos prácticas continuas de pulimiento de nuestra mente.

Al tener más vocabulario, por ejemplo, se expande nuestra capacidad de traducir a la conciencia y lo que nuestra voz interior realmente quiere y necesita. Esto va mucho más allá y es más importante que sólo una simple formalidad social.

Poder comunicar lo que somos y queremos, de una manera elegante, amplia, exacta, propositiva, y estética, logra que nuestro Ser satisfaga su necesidad de expresarse, y con esto, se nos abre el mundo. Por favor, por lo que más quiera, de la forma que usted encuentre que le funcione, pero practique ejercicios que amplíen y fortalezcan sus capacidades intelectuales.

Las personas más inteligentes son menos manejables, vulnerables y manipulables. Busque siempre ser más libre con las herramientas que tiene a la mano, y la primera y una de las más importantes: el poder de su intelecto.

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