Hablar de sexualidad a las y los hijos es uno de los temas que más se eluden. Las razones pueden ser muchas: las mamás y papás no saben cómo abordarlo, sienten pena o vergüenza, quien pregunta es del sexo opuesto.
Este domingo es el Día Mundial de la Salud Sexual, establecido en 2010 con el objetivo de sensibilizar y promoverla como un aspecto esencial del ser humano. Sin rodeos, como parte natural de la vida, por lo que hablar sobre el tema con libertad y apertura en familia es indispensable si queremos prevenir problemas como el embarazo adolescente o la discriminación.
La curiosidad también es natural y cada menor se desarrolla a su propio ritmo; cuando llegue su momento, hará la famosa pregunta de cómo nacen los bebés o preguntará sobre su cuerpo.
Cuando la niña o niño está interesado por saber, es cuando se recomienda a las madres y padres abrirse con naturalidad al tema. Algunos consejos útiles son no parecer avergonzados o asumir una actitud demasiado seria hacia la pregunta, siempre usar el nombre oficial de cada parte del cuerpo, sin diminutivos ni sobrenombres; ser concisos y contestar con la verdad solo a lo que ellos pregunten, sin dar mayores detalles. Con el tiempo, seguramente tendrán nuevos cuestionamientos.
En esa etapa de dudas iniciales y cuando todavía se acercan al núcleo familiar para aclararlas, se sientan las bases para la igualdad, respeto y no discriminación por orientación o preferencia sexual, causante de tantos problemas de salud mental durante la adolescencia y primera juventud.
También es cuando se definen los límites de la privacidad, autonomía e integridad de su propio cuerpo frente a las y los demás: aquí empieza el poder del “no es no”.
Hay que enseñarles que, si alguien les obliga a un contacto no deseado, se llama agresión sexual, abuso o violación. Atenderles cuando no quieren ser abrazados o besados por algún familiar o amistad y preguntarles por qué: si te dicen que algo no les gusta, créeles e indaga. Igualmente importante es enseñar que difamar o inventar un supuesto tocamiento por parte de otra persona es grave y puede arruinar su reputación.
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La tarea de la educación sexual no es fácil. Si no sabes cómo abordar el tema, en el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México tenemos un equipo de psicología especializado en orientar a madres, padres y adolescentes con perspectiva de género. Y está a disposición de todo el país, gratis, 24/7 a través de la Línea de Seguridad y Chat de Confianza, 55 5533 5533.
Pláticas claras y directas durante la etapa de crecimiento de las niñas y los niños pueden hacer la diferencia en su salud sexual y mental durante su vida adulta.