Partamos de la base que la extensión de la red carretera nacional, con datos a 2020, se estima en 407 mil 958km; ahora bien, especialistas en la materia consideran que desde la administración de Vicente Fox hasta la actual, no ha mejorado la calidad de la red carreta federal. Sobre este déficit se han argumentado una serie de razones de todo tipo, entre las que destacan la falta de presupuesto para la rehabilitación y servicio permanente de la infraestructura del sector carretero. Cabe destacar que las malas condiciones inciden de manera importante en el incremento de los índices de accidentes viales en el país, situación que a escala internacional ya alcanza el estatus de problema de seguridad pública.
En este sentido, amables lectores, estamos hablando de que tanto desde el sexenio de Vicente Fox, como el de Felipe Calderón, así como el de Enrique Peña Nieto y lo que va del de Andrés Manuel López Obrador, la infraestructura carretera Federal de México, estimada en más de 50 mil kilómetros, ha sido relegada como prioridad en el desarrollo de la nación. De esta manera, 20% de la red, lo que equivale a 10 mil kilómetros, presenta un estado físico de mala calidad. Y si a esto se suma que las carreteras en promedio tienen una antigüedad de más de 30 años de operación, con un diseño y tramos que ya no corresponden a las dimensiones, pesos y velocidades que alcanzan los vehículos actuales, entonces el problema se magnifica.
Como decíamos al inicio, una de las consecuencias colaterales de las malas condiciones de las carreteras son los accidentes. Está comprobado que esas inadecuadas condiciones son el tercer factor que provoca colisiones que pueden llegar a provocar la muerte de personas, según datos aportados en 2021 por el Anuario Estadístico de Colisiones en Carreteras Federales del Instituto Mexicano del Transporte. Según esta fuente, en 2021 se registraron 19 mil accidentes, de los cuales 2 mil 97 se relacionaron con las malas condiciones del camino.
Cabe señalar que los registros más recientes sobre las condiciones físicas de las carreteras mexicanas señalan que las que tienen mayores malas condiciones se localizan en los estados de Oaxaca, Morelos y Jalisco. De manera particular, Oaxaca muestra esta condición en el 49.8% de su red, seguido por Morelos, con 43.8 por ciento y Jalisco con 35.7%
Esto definitivamente no puede seguir así, amables lectores, puesto que el desplazamiento del 55 por ciento de la carga nacional y el del 96.9% de los pasajeros se lleva a cabo en transporte terrestre. Es decir que la importancia de contar con carreteras óptimas es fundamental para el desarrollo nacional. Nuestra densidad carretera en buenas condiciones está muy por debajo de países con un desarrollo similar al nuestro y esto no es de ninguna manera aceptable.
En este sentido, la asignación de un presupuesto federal generoso y suficiente o bien el fomento de la participación del sector privado en el desarrollo y conservación de la infraestructura carretera es fundamental para cubrir el déficit que se viene registrando desde el año 2000. Las carreteras son el reflejo de las buenas o malas condiciones generales de una nación. Son el alma de la conectividad de los mexicanos y por ende es un sector prioritario. En la siguiente entrega, si me lo permiten ustedes amables lectores, analizaremos cuál es el futuro de las carreteras que interconectan el territorio nacional.
Hasta la próxima.