Toda mi vida desde inicios de los noventa – si, en 1994, el siglo pasado- he asistido al auto show de Detroit uno de los más importantes y a veces uno de los más difíciles de visitar por el clima, con algunas visitas presidenciales.
Sin duda, es el lugar donde nació el automóvil y su ensamble, pero su misión de ser es: primero llevar a la población de la gran área de la ciudad y estado a una actividad única en el año, inició en enero por que era la semana que nadie quería salir por el extremo frío y así duró hasta este año, que por primera vez luego de tres años sin llevarse a cabo, se hace a final del verano con un buen clima.
Y como segundo llevar a la industria automotriz de Detroit al mundo, por eso empezó local y luego fue en los ochenta y hasta la fecha, internacional.
En todos estos años, la presencia de presidentes de Estados Unidos ha sido esporádica, pero hoy, en el primer intento de revivirlo luego de la pandemia y a veces sin mucho entusiasmo de varias marcas extranjeras por participar, el presidente Joe Biden llega para encenderlo como nunca, su presencia elevó la industria automotriz del país a una estratégica, moderna y fortalecida posición, que confirma un rápido avance a siguiente era en movilidad, la eléctrica.
Se le vio recorrer la exposición, subirse a los vehículos de varias marcas, no faltó oportunidad para que se pusiera al volante de un Corvette, del primer Cadillac eléctrico, el Lyriq y muchos más, de platicar con los líderes de la industria como Mary Barra CEO de General Motors, Bill Ford presidente del óvalo azul o Carlos Tavares del grupo Stellantis.
Su entusiasmo por los automóviles declarándose como " Car Guy” – amante de los autos - e interés por los beneficios de la nueva industria automotriz conectada no dejaron de verse y en su discurso se confirma lo que muchos no pudiesen creer hace tan solo 15 o menos años, el futuro de la electricidad, la creación de una nueva red y soporte de la movilidad eléctrica, acompañada de la mejor infraestructura física y del internet, con lo cual se sabe que lo eléctrico, la conducción autónoma y los vehículos 100% conectados, aunque son parte de un futuro cercano hoy son una realidad con todos los esfuerzos.
En su discurso comparó la inversión que se anunció en la época cuando se hicieron las carreteras del país uniéndolo para siempre, con la que hoy de manera incomparable hace su gobierno para catapultar la nueva era, son 35 mil millones de dólares los que en este inicio se hablan para dar el cambio tecnológico y se confirma la aceleración de los proyectos en este sentido, entre ellos las 500,000 estaciones de carga eléctrica en su país.
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Si en su conjunto, vemos la inversión de la industria para el desarrollo, producción del vehículo eléctrico en su conjunto y el mejoramiento diario de baterías, el presidente Biden al subirse a los eléctricos de las marcas americanas no estaba tan solo subiendo a un automóvil así como cada quien que nos subimos a uno, sino lo hacemos a millones y millones de dólares que se han invertido durante años en investigación y desarrollo para hacerlos funcionar prácticamente sin falla en un ambiente eléctrico.
Desde los grandes 4x4 hasta los deportivos, presentes para patentizar que la industria hizo su trabajo y este auto show de Detroit pasará a la historia como el que dio el verdadero parteaguas, con los eléctricos ya a la venta e incrementando opciones en todas las armadoras, con la visita del presidente que reitera la importancia y sonríe con el futuro eléctrico de la mano de todos los esfuerzos de la industria para el cambio y así cuidar el planeta.
Más vivo que nunca, Detroit nos mostró lo que viene en breve y que la potencia de la industria norteamericana beneficiará a nuestro país con la producción de vehículos eléctricos también en suelo mexicano, varios de ellos ya expuestos ahí.
Y aunque aún se presentaron vehículos a gasolina, como lo registrarán en la historia, el Mustang de séptima generación con motor V8 de 500 caballos de potencia y caja de cambios manual, o el Chrysler 300C de 6.4 litros con motor Hemi, quizás los últimos en su tipo, además de que varios presentes aún son a gasolina, no se puede dejar de mencionar que también muchos por primera vez en Detroit delinean el futuro como el Mustang Mach-E eléctrico, el Dodge Challenger 100% eléctrico aunque en concepto, las pick ups de Ford y Chevrolet eléctricas, el nuevo Hummer Eléctrico, etcétera, etcétera.
Crecimiento exponencial en este tipo de vehículos que poco a poco permearán todos los segmentos de mercado. Si todo sale como va planeado, que ya está listo tecnológicamente estamos ante el siguiente “love affair” como le decían al enamoramiento que tuvo Estados Unidos con el automóvil el siglo pasado en sus distintas décadas, pero ahora con el descubrimiento de la nueva emoción electrificada.
Para México, el fortalecimiento de toda la planta productiva automotriz en Estados Unidos, del mercado y su economía, dejara sin duda da día más producción de eléctricos y componentes, que significa renovación de las plantas en el país, más capacitación y más capacidad para desarrollo tecnológico de partes para la nueva era, más investigación y por ende un buen lugar para desarrollo de estos uniéndonos a un gran mercado en Norteamérica.
Detroit hoy esta esta más vivo que nunca en la escena mundial, esperando ya el año que viene… a ver que sorpresas nos tendrá, apueste por vehículos y carreteras de conducción autónoma.