La propuesta de paz mundial del presidente López Obrador y que presentó el canciller Marcelo Ebrard ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) es una muestra más de lo alejado que se encuentra el presidente respecto de la situación internacional.
La postura que ha tenido México en el conflicto entre Rusia y Ucrania resulta absolutamente inentendible. Estas acciones no abonan a lograr la paz y la protección de los derechos humanos en Europa oriental, sino que busca solamente un protagonismo que dé propaganda al gobierno federal.
Con la misma vehemencia con la que intenta solucionar los conflictos internacionales, el gobierno federal debería contar con una estrategia de seguridad que le permita a los mexicanos vivir en paz y con seguridad.
Los mexicanos viven con temor de que los asalten camino a su trabajo, que los desaparezcan, que entren a su casa, que les rompan un vidrio en el semáforo, que los amenacen con un arma, que los apuñalen por no dar su celular, que los maten por no pagarle al crimen organizado.
Este gobierno en 4 años ha hundido a México en la inseguridad y la injusticia. Una inseguridad que preocupa a los jóvenes porque no tienen certeza de que regresarán a casa. Una inseguridad que preocupa a los padres de que sus hijas sean violadas. Una inseguridad que preocupa porque los niños pueden ser víctimas de secuestro.
Con este gobierno tenemos más violaciones a los derechos humanos, más muertos, más desaparecidos.
La estrategia de abrazar a los delincuentes le ha hecho mucho daño a nuestro país y el presidente debe entender que tiene la obligación de velar porque los derechos humanos se protejan dentro del país que está gobernando.