Por increíble que parezca las y los mexicanos le tienen más miedo a la delincuencia que a los sismos, así lo hizo notar una encuesta que realizó y publicó el periódico Reforma.
La encuesta señala que el 43 por ciento de los encuestadores en la Ciudad de México, expresaron que les genera más temor ser víctima de la delincuencia a que haya un sismo; solo el 26 por ciento de los 400 capitalinos entrevistados dijo temer o preocuparse más por un sismo que por sufrir un delito.
Y es que la delincuencia y el crimen organizado cada día se expanden en más territorios, se adueñan de giros completos de la economía, y lo peor, es que cada vez son más sofisticadas y sangrientas las formas en las que arrebatan a los familias mexicanas sus recursos materiales y financieros.
Ya lo hemos visto en imágenes donde los delincuentes llegan a tiendas de autoservicio a quemarlas aun cuando hay civiles adentro de ellas, o bajan a familias de sus vehículos para encendiarlos.
Hoy las y los ciudadanos no se sienten seguros, ni se sienten con la confianza de caminar por las calles, de hacer uso del transporte público, de transitar por avenidas y carreteras, de salir de un banco.
El cobro de derecho de piso, la extorsión, los secuestros, son algunos de los delitos a los que la ciudadanía tiene pavor. El mismo gobierno federal ha reconocido que los dos primeros han tenido un incremento en mercados y pequeños comercios.
De acuerdo a la Coparmex, la extorsión y el cobro de piso son dos de los delitos más frecuentes en el país y dejan pérdidas de más de 26 mil millones de pesos anuales.
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En México hay una víctima de extorsión cada hora. Este delito obliga a la persona, mediante la violencia o intimidación, a realizar u omitir una acción en perjuicio de su patrimonio o de un familiar.
“Aquí no hay de otra: o trabajas con ellos o de plano te van desplazando. En Polanco hay que pagarle a La Unión de Tepito 10% de lo que vendes diario o te queman el lugar.
“En la Zona Rosa no te piden cuota, pero te dicen que los dejes vender; si aceptas, entonces el lugar es de ellos porque luego de un rato se creen dueños de todo”, dijo un empresario de la Ciudad de México a Proceso.
Por eso es que no debería de sorprendernos que la gente tenga más temor de ser víctima de la delincuencia que a los sismos.
Es tiempo de escuchar el sentir de las y los ciudadanos, de dejar los debates estériles en torno a la seguridad, y mejor, trabajar en una estrategia integral.