El turismo termal es un rubro del denominado turismo de bienestar, donde se conjuntan elementos para el cuidado de la salud mientras viajamos, hay regiones y países donde es un producto exitoso, como las costas del Mar Muerto en Jordania e Israel, que además de la condición histórica y geográfica de ese punto, las aguas con alta salinidad y el lodo en los alrededores representa una experiencia de bienestar para la piel, por ejemplo.
Las aguas termales, muchos manantiales con historias milenarias de seres humanos que han acudido por los beneficios –comprobados y no comprobados—a bañarse en ellas, se convirtieron en un producto turístico muy atractivo, en algunas regiones con una gran infraestructura siendo un elemento importante para ciertas comunidades.
En Europa el turismo termal se toma muy en serio, países como España, Hungría y Turquía lo han desarrollado de forma muy exitosa. La semana pasada se llevó a cabo en Ourense, Galicia, el foro Termatalia 2022, donde se presentan las novedades del turismo termal alrededor del mundo, resulta sorprendente cómo en países europeos la inversión y la promoción en balnearios ha gestado productos para varios segmentos de mercado, desde el que más gasta hasta el modesto que no tiene tanto dinero para invertir en uno de estos viajes, hay para todos en distintos tipos de balenarios.
En México, así como en otros rubros del turismo, lo que corresponde al turismo termal no se toma en serio por las autoridades, son más bien empresarios del sector los que han construido infraestructura para acrecentarlo. Tenemos una gran cantidad de aguas termales en México pero muy poco producto turístico, ni los estados ni la federación incluyen este rubro en la promoción nacional e internacional.
Hay destinos termales interesantes que hicieron presencia en Ourense, destacó la presencia de Andrea Dolores Cárdenas de Urajan de Luna, ubicado en la comunidad Nombre de Dios, Durango, con un producto turístico termal de muy alto nivel, que no se promueve desde la secretaría de turismo estatal y menos aún, por la federal.
También Alfonso Magaña, empresario jalisciente y dueño de Las Jaras Termal, en Tamazula, Jalisco, cuyo producto no se limita a las aguas termales, sino un hotel boutique muy tradicional y espacios destinados al bienestar, esta empresa tampoco se promueve en la cartera turística ni estatal y por supuesto, ni que decir del ámbito federal.
El estado de Hidalgo, por ejemplo, es un destino termal por naturaleza, lamentablemente sin inversión ni infraestructura, pudiese ser un gran negocio que ayudara a las comunidades y a la preservación del medio ambiente, pero en décadas, no ha habido promoción para invertir y menos aún, para crear producto turístico desde el estado ni la federación.
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La bióloga Marianela Peña, delegada de Termatalia en México tuvo una exposición interesante sobre el tema que, insisto, necesita considerarse como una herramienta turística a nivel nacional. Una excelente organización de Silvia Pardo y Expourense para el desarrollo de este foro, que pone los ojos de un sector importante en el turismo termal.
Javier Aranda al CPTQ
Llegó a la dirección del Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo Javier Aranda, en sustitución de Darío Flota. En el pasado Aranda fue director del extinto Fideicomiso de Promoción Turistica de la Riviera Maya, ha tenido una amplia trayectoria en el sector y entre sus primeros retos, estará decidir --junto al gobierno estatal-- si el Caribe Mexicano sigue participando en las ferias internacionales por sí mismo, como exitosamente lo han hecho, o se suben al barco de CREA y el gobierno federal.
¿Qué ganan?, ¿qué pierden?, eso estará seguramente en la mesa del análisis aunque, en la opinión de este reportero, tienen mejor impacto por sí solos como Caribe Mexicano.