Los niveles de inflación actuales en nuestra economía, son importados o son derivados de nuestro propio desempeño económico. Estamos en una crisis, o estamos a punto de entrar en una, y en el mismo orden estamos siendo llevados por una crisis mundial, o es nuestro propio desempeño en la economía el que no ayuda y estamos siendo arrastrados a ella.
Las noticias desde el exterior no avizoran un panorama benévolo para lo que resta del año, ni para el próximo 2023. El crecimiento mundial del PIB se muestra estancado en 3.2% para lo que resta de 2022, y muestra un retroceso hasta niveles 2.9 - 2.7% del PIB. Las economías del mundo sufrirán una crisis debido a la alta inflación, efectos residuales de la pandemia y derivados de la guerra en Ucrania.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ajustó el crecimiento de México de 2.4% al 2.1% en lo que resta de 2022, por el reporte de expectativas económicas mundiales y un PIB nacional estancado en 1.2% para el 2023.
La inflación no vista en varias décadas, endureciendo las condiciones financieras, de las regiones aún golpeadas por el efecto de la pandemia, el crecimiento mundial más débil desde 2001, sin dejar de considerar que el PIB de Estados Unidos está sufriendo una caída, y situándose en 1.6% a final de 2022 y se espera cierre el 2023 con un 1%.
En México, caídas en el consumo derivado de las presiones inflacionarias, en agosto le quitó dinamismo a la economía, el sector manufacturero ha observado una caída en el tercer trimestre de 2022. La inversión fija bruta se encuentra un 10% debajo de su nivel en enero de 2019, con el sector construcción mostrando el mayor rezago.
La incertidumbre política, asociada a las controversias del T-MEC; todo imputable a las políticas del Gobierno Federal y a las próximas elecciones, aportan bastante a la debilidad imperante en la inversión.
El empleo se ha visto menoscabado, en el sector informal, lo cual derivará en el deterioro del consumo.
PUBLICIDAD
El número de empleados con ingresos apenas superiores al salario mínimo, ha incrementado en un 42% al nivel previo del 1er trimestre de 2021, por lo tanto, el empleo con mejores remuneraciones se ha reducido sensiblemente.
La inflación en México se situó en 8.7% al 3er trimestre 2022, derivado de la inflación subyacente; principalmente en el sector alimentos, que alcanzó un incremento de 13.4%, teniendo un 5.3%, la medición de diciembre de 2021. Este dato impacta directamente a los sectores más desprotegidos; obviamente de menores ingresos, que destinan una parte importante de sus percepciones a la alimentación, es decir, el sector más pobre de la población es el más afectado por la inflación.
En este mismo orden de ideas, lo expresado por el señor Paolo Mauro del FMI ilustra lo anterior: “Los subsidios a los energéticos que otorga el gobierno de México, específicamente a las gasolinas, han propiciado que las personas paguen un precio artificialmente bajo y ha sido una forma ineficiente de ayudar a las personas de escasos recursos”- El Economista. Contrario a lo que sostiene la 4T, no están siendo primero los pobres, sino todo lo contrario.
De esta manera subsidian a las personas que conducen un vehículo, los pobres de México no tienen un vehículo. Sería preferible que los más pobres recibieran una cantidad en efectivo para ayudarles, tal y como lo ha expresado un servidor en ocasiones anteriores, a través del Ingreso Básico Universal, que ha sido propuesta de varios opositores que no le agradan al régimen actual. También convendría lograr que las mismas personas que tienen un vehículo se vuelvan más eficientes y ahorrativos, moderando su consumo. En el mismo orden de ideas, y también sugerido por el FMI, se recomienda aplicar subsidios en alimentos en general y aportar asistencia localizada en energía y energéticos, cuando en México se otorgan indiscriminadamente, con fines electoreros.
El Gobierno mexicano ha estado destinando una gran cantidad de recursos a sus obras insignia (elefantes blancos): Tren maya, Aeropuerto Felipe Ángeles, Refinería de dos Bocas, y otros de menor cuantía, pero no por ello menos onerosas. De estas obras no se ha recuperado prácticamente nada, a pesar de lo invertido y al parecer no se va a recuperar. Esto contribuye a deteriorar el, de por sí, escuálido presupuesto y el margen de maniobra del gobierno, para enfrentar la crisis económica y la inflación.
Concluyendo, el gobierno no está tomando las medidas adecuadas para amortiguar los efectos de la crisis y la inflación que nos golpea, exterior o propia, porque no está tomando las medidas adecuadas, inclusive suena suicida y trasgrede los acuerdos del T-MEC el acuerdo con ciertas empresas para no inspeccionar los productos, que importen o produzcan.
Suena suicida también por dejarnos a la merced de importación de productos de calidad dudosa, inclusive que puedan tener efectos sobre la salud de los consumidores mexicanos.