Próxima a discutirse en la Cámara de Diputados con la reforma electoral se podría generar un ahorro de 24 a 50 mil millones de pesos que serían utilizados en obra pública y programas sociales.
Queremos que a los mexicanos nos cueste menos todo el andamiaje electoral y postelectoral en el sistema democrático nacional, y estamos comenzando por nosotros: que haya menos senadores, que haya menos diputados en los congresos locales, que haya menos síndicos y regidores.
Que no reciban tanto dinero los partidos políticos. Esta es la agenda que durante muchos años la sociedad ha estado impulsando, que el dinero no se quede en las altas burocracias, de los partidos, sino que sea un recurso que se utilice para obra pública, para infraestructura.
Pongamos como ejemplo a Estados Unidos donde hay 100 senadores, en un país con 50 estados y con 320 millones de habitantes, nosotros tenemos 130 millones de habitantes y somos 128 senadores.
En EU hay 435 diputados y nosotros tenemos 500 diputados con casi 200 mil habitantes menos, por lo tanto tenemos que bajarle a la democracia, y esa es la lucha que tenemos, a pesar de que hoy somos el partido en el poder y podríamos decir…que se queden las cosas como están.
Cito al presidente López Obrador al asegurar que “durante todo el período neoliberal, todas las reformas a la Constitución se hicieron para legalizar el lucro, el robo, el saqueo y todas a favor de minorías, todas o casi todas en contra del pueblo”.
En este sentido, en el Gobierno de la Cuarta Transformación seguiremos trabajando para alcanzar la democracia plena de la reforma electoral y con ello consejeros y magistrados electorales honestos, que sean verdaderos jueces y no estén al servicio de intereses creados.
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Sabemos que el gasto que se invierte en las elecciones es excesivo y el presupuesto que se destina al Instituto Nacional Electoral, también, por lo que la reforma electoral busca eliminar costos innecesarios y la reforma electoral propone que los ciudadanos conozcan realmente en qué gastan los partidos políticos.
Es urgente desterrar los fraudes electorales en el país; la reforma electoral tiene entre otros propósitos que la autoridad electoral sea imparcial e íntegra.
Por ejemplo en Costa Rica, Brasil, Colombia o Chile nadie piensa en cuidar las casillas para que no haya fraude, sólo en México ese tema es una constante en el que las autoridades electorales actúan por consigna.
La reforma electoral tiene como objeto transformar la política electoral en nuestro país bajo tres ejes rectores: austeridad, equidad y justicia para así fortalecer el sistema electoral de México; de ahí la importancia de considerar el primer objetivo de la iniciativa de Reforma del Presidente referente a crear el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas, el INEC.
Éste sustituirá al actual Instituto Nacional Electoral, INE; y sería la única autoridad electoral en el país.
Actualmente cada entidad de la República mexicana cuenta con un OPLE, un organismo público local encargado de organizar las elecciones de cada entidad. Desde la Reforma electoral del 2014 el INE trabaja en conjunto con los OPLES para garantizar que las elecciones locales estén bien organizadas.
Ante lo anterior, lo que propone la iniciativa es que el nuevo INEC absorba todas las funciones de los OPLES, de modo que en lugar de tener 32 OPLES tendríamos un INEC encargado de desempeñar todas estas funciones a nivel nacional, estatal y municipal.
Algo más que propone esta iniciativa del Presidente López Obrador es la elección mediante el voto ciudadano tanto de los consejeros como de los magistrados electorales; actualmente el INE está integrado por un consejero presidente y 10 consejeros electorales.
Estos consejeros son designados por la Cámara de Diputados y deben ser electos con el voto de las dos terceras partes de esta Cámara. Lo que plantea la iniciativa de Reforma electoral es que se reduzca el número de consejeros electorales de 10 a 7 que serían electos por medio del voto popular a realizarse el primer domingo de agosto, y la persona con más votos (dentro de estas 7) sería designada como Presidente del Consejo Electoral.
Una de las propuestas centrales es la disminución tanto en la Cámara de Diputados como de Senadores de ambos, en la Cámara de Diputados se propone que disminuyan de 500 diputados a 300, es decir desaparecerían 200 diputados plurinominales, lo cual es una demanda ciudadana, un sentir del pueblo. En la Cámara de Senadores el número bajaría de 128 a 96.
La reforma electoral propone que los ciudadanos conozcan realmente en qué gastan los partidos políticos, de ahí que una de las propuestas sea eliminar el financiamiento público para las actividades ordinarias de los partidos políticos. Actualmente los partidos políticos reciben recursos públicos para desempeñar sus actividades ordinarias durante todo durante todo el año se lleven a cabo o no elecciones.
Este presupuesto que surge de los ciudadanos, es designado con base en la proporción de votos que obtiene cada partido en las elecciones inmediatas anteriores, de esta manera el partido que gana más votos también obtiene más dinero.
De hecho Morena es el que cuenta con más diputados, senadores, el que más dinero recibe del INE, y somos los que estamos diciendo que se acabe todo esto. , que baje esta representación que hay en el poder público del país y que se libere para programas sociales y obra pública como lo expliqué recientemente en ADN40.
Lo que está propuesto en la iniciativa de Reforma es que los recursos para actividades ordinarias, -cuando no haya elecciones o periodo de campaña-, salga de los bolsillos de los simpatizantes y de los militantes de cada partido y ya no del erario público.
Además, se propone que el dinero del erario que le es otorgado a los partidos para sus actividades ordinarias, le sea dado sólo cuando haya elecciones. Actualmente lo que ocurre es que todos los partidos reciben este dinero de los recursos públicos invariablemente, sin importar si hay elecciones o no, como bien explica la página Serendipia digital, iniciativa independiente de periodismo de datos.
La Reforma Política- Electoral representa un punto de inflexión entre la transición y consolidación democrática de México. La consolidación de una democracia de resultados requiere de una transformación estructural que modernice y haga más eficaz nuestro régimen político y las reglas electorales.
¡Es momento de transformar a nuestros órganos electorales para que sean más eficientes! ¡No más gastos excesivos, fortalezcamos nuestra democracia!
Seguimos trabajando a favor de la Cuarta Transformación para que continúe a partir de la lucha y el esfuerzo de millones de mexicanos.