Llegamos hasta el corazón del País Vasco francés, volamos desde la Ciudad de México a Madrid con Iberia, un cómodo vuelo de poco menos de 10 horas, luego tomamos una conexión a San Sebastían que en 45 minutos nos llevó hasta la frontera entre España y Francia, de ahí un taxi nos condujo hasta la estación del tren Hendaya, ya del lado francés, para tomar el ferrocarril a Biarritz, el que eventualmente llega a París.
Francia es uno de los países líderes en turismo a nivel global, sin embargo, la coyuntura ha convertido a la policía fronteriza de esta nación, en una suerte de cuerpo de seguridad cuyos objetivos se basan en el orígen étnico y sobre todo en la apariencia.
En la estación de Hendaya, un grupo de policías abordaron a un muchacho, de unos 25 años, quien evidentemente tenía rasgos árabes. Le pidieron su documentación y además, vaciaron su mochila de una forma más que prepotente, entre gritos y empujones, la gente alrededor impávida y este reportero tomando fotografías y siendo testigo del terrible espectáculo que se dio a primeras horas de la mañana.
El invidivuo mostró sus documentos en regla (era extranjero con residencia en Francia), con la cabeza agachada escuchó los gritos y tomó una a una las cosas que le sacaron de la mochila para continuar su viaje.
Cuando traté de cuestionar a los policías las razones para la revisión, respondieron con la misma prepotencia indicando que en Francia la policía no da explicaciones de su proceder con relación a la seguridad nacional.
Personas alrededor –francesas de la región-- me comentaron que es frecuente este tipo de redadas y abusos desde la crisis de migración en Europa, que la policía tiene una fijación con gente de Oriente Medio y de África.
Lamentable que un país con ese nivel de desarrollo turístico, en contraste tenga una policía migratoria con ese nivel de prepotencia, lo cuál tira a la basura cualquier esfuerzo de promoción que se haga desde aquel país.
PUBLICIDAD
Todo listo para WTM
World Travel Market en Londres, una de las ferias de turismo más importantes del mundo está a unos días de arrancar, México acude con el pabellón de la empresa CREA, la duda radica en lo que hará el Caribe Mexicano, ¿permanecerá con el pabellón propio?, ¿se integrará a CREA?, todo está en vilo.