Con el transcurrir del tiempo, he podido vivir de cerca la evolución de la música y como lo que convierte este arte en un sentir universal, es el amor y la algarabía con la que se hace.
Lo mejor de ello, es que estas cualidades son inherentes a cualquier artista y por ello es que sin importar los algoritmos y las modificaciones que haya, la música siempre sabrá vivir en la gente a través de los sentidos.
Esto nos ha permitido que como seres humanos evolucionemos con el arte y nos veamos inmersos en un infinito de melodías y sentimientos que los representantes de la música alrededor del globo terráqueo han sabido expresar.
Así, es como The Rasmus ha promovido este transitar de la música con su más reciente visita en nuestro país, donde incendiaron el escenario del Tecate Bajío, donde Lauri Ylönen y el resto de la agrupación revivieron frente al público mexicano sus más grandes éxitos.
“La verdad estamos muy emocionados de estar aquí, nos hemos encontrado con muchos fans, se encontraron con ellos a las afueras del hotel y estamos aprovechando la oportunidad de esta visita a México para presentar a nuestra nueva guitarrista”.
Y es que los proyectos han estado floreciendo de manera espectacular para esta icónica agrupación que no sólo dejó el alma en territorio azteca sino que están en el marco del estreno de “Rise”, su nuevo álbum de estudio que revolucionó la forma en que The Rasmus hace música.
“Este álbum representa los cambios que ha habido, y como esos cambios fueron proclives para la evolución de la banda”.
Así que, con un concierto exitoso y un álbum lleno de remembranzas, The Rasmus aprovechó para visitar la Ciudad de México y conocer uno de los museos más emblemáticos de nuestro país. Además, reafirmando la evolución y digitalización de la música y los algoritmos, los músicos compartieron un Tiktok en donde se observa a Lauri caminando por las calles de la Gran Capital, acompañado por un organillo y una canción de The Rasmus.
Esta pequeña pero emblemática acción, ha sido testigo de cómo la música avanza a través de los sentidos y que no atiende ningún obstáculo, pues mientras se haga la música con el corazón, se rompen todos esos paradigmas.
Y esta visita a México de The Rasmus, habla de como los corazones se mueven al ritmo de las melodías que saben perdurar en el tiempo y trascender hacia todas las generaciones del mundo. Y funciona como una prueba más de que la música, es ese eslabón que une a la sociedad y que nos permite vivir a través de nuestros sentidos sin importar la parte del mundo en la que se encuentre un corazón.
Lamentablemente, no todo dura para siempre y The Rasmus vuelve a su país, no sin antes dejar asentado su gran amor por México y la audacia de la agrupación para seguir compartiendo su arte a través del corazón y la pasión que los caracteriza.