La pretensión del presidente, a través de su propuesta de Presupuesto de Egresos 2023, de recortar recursos a algunos organismos autónomos ya se ha concretado mediante el voto mayoritario de su mayoría legislativa en la Cámara de Diputados.
Los organismos autónomos como el Instituto Nacional Electoral. La Cámara de Diputados ha asignado para el próximo año un total de 20 mil 221 millones de pesos al INE.
El Tren Maya les ha costado a los mexicanos 300 mil millones de pesos. Dos Bocas, ha costado 360 mil millones de pesos. Y entre la cancelación del aeropuerto de Texcoco y la construcción del AIFA, se han gastado 448 mil millones de pesos.
Es decir, si se divide lo gastado en cada una las obras ineficientes de este gobierno entre lo que cuesta el INE, con el aeropuerto que no tiene vuelos se pagarían 22 años del presupuesto del INE. Con la refinería que no refina se pagarían 18 años.
Y con el Tren Maya que es sinónimo de destrucción de la naturaleza, se pagarían 15 años del INE.
Con los caprichos del presidente en este sexenio en esas tres obras, podríamos pagar 55 años del INE. Queda claro que López Obrador no quiere ahorrar, lo que quiere es destruir al árbitro electoral.
Durante semanas, el presidente López Obrador se dedicó a descalificar la marcha ciudadana del domingo pasado. Hicieron lo imposible por impedirla. Incluso trató de disuadir la asistencia con un “doble no circula” en domingo. Pero la marcha fue impresionante: contra todos los pronósticos del gobierno federal, cientos de miles de mexicanos salimos a defender nuestras instituciones electorales.
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Tomamos las calles para decirle al gobierno de Morena que no vamos a permitir que destruyan lo que hemos construido todos juntos con tanto esfuerzo. Hoy tenemos un árbitro electoral que cuenta los votos y los cuenta bien y no vamos a renunciar a eso. Si lo perdemos, perdemos nuestro país.
En 2004 López Obrador calificó a los asistentes de la marcha por la paz de “pirrurris” y dos años después perdió las elecciones. Hoy los califica, de clasistas, racistas y dos años después se repetirá la historia y volverá a perder su partido la presidencia.
México salió a marchar para defender la democracia, la paz, la justicia y la prosperidad.