Este país es una de las seis monarquías absolutistas que quedan en el mundo, el rey Salmán Bin Abdulaziz -quien ascendió al trono en el año 2015, tras la muerte de su medio hermano Abdalá Bin Abdulaziz- concentra el poder total, incluso sobre el poder legislativo y judicial del reino, la única acotación a tal poder es la ley Islámica (también denominada sharía). Este sistema rige desde 1932, cuando se unificaron distintos emiratos en una nación de la mano de la familia Saud.
A partir de 1938, la riqueza petrolera y más tarde, su alianza con los Estados Unidos les permitió aquilatar un poder económico en la región sin precedentes, sin embargo el gobierno y la religión mantuvieron un control férreo sobre el territorio y la población, siendo hasta hace algunas décadas uno de los países más complicados del mundo para visitar.
En los últimos años, han hecho una apuesta fuerte por el turismo con inversiones millonarias en ciudades y atractivos, en un ambicioso plan denominado Visión 2030, donde se invertirán 800.000 millones de dólares para infraestructura y posicionamiento turistico del país. El objetivo es tener 100 millones de visitantes (locales y extranjeros) para la siguiente década, que representen en un 10% del PIB de Arabia Saudita.
En las ferias internacionales de turismo tienen por lo regular, los pabellones más grandes y ostentosos, sin embargo, este desarrollo contrasta con políticas internas, como el impedimento de consumir o beber alcohol en su territorio, la prohibición a no musulmanes para visitar La Meca, la presión a los extranjeros para conducirse bajo la reglamentación social musulmana y los múltiples señalamientos de organizaciones internacionales con relación a los Derechos Humanos.
Para sorpresa del mundo, fueron anfitriones del Global Summit de la WTTC, eso sí, a todos los participantes nos enviaron una serie de normas de etiqueta de acuerdo a la legislación islámica. El país da una idea de estira y afloja con relación a la apertura a occidente, al final del día al ser un régimen que depende de una persona, de una familia, resulta complejo entender si existirá y cómo será.
Las mujeres no están rezagadas: Gloria Guevara
En una charla con periodistas de América Latina, Gloria Guevara Manzo, --ex secretaria de turismo federal en México y ex CEO de la WTTC en Londres-- quien es Asesora Especial Principal (CSA por sus siglas en inglés) del Ministerio de Turismo de Arabia Saudita, compartió además de los planes de desarrollo turístico en este país, el hecho que las mujeres de acuerdo a su reflexión, no tienen menos derechos ni están segregadas.
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Aseguró que en los últimos años han habido cambios sustanciales como permitirle a las mujeres elegir con quien casarse, hacer estudios profesionales y de posgrado en el extranjero, así como manejar, votar en elecciones y, en gobierno y empresas, tener una cuota de género para garantizar su desarrollo.
Ante una pregunta de una colega periodista de España, con relación al uso del “Hiyab” (la prenda que les cubre el pelo o la cabeza entera), aseguró que lo usan porque ellas quieren, incluso invitó a la prensa que ahí estábamos a conversar con la gente saudita, que sí es posible conversar incluso con las mujeres.
Este reportero salió un momento a un sitio llamado “Almaigliah Market” y, fue imposible que alguna mujer respondiera una sola de mis preguntas (salvo las que en tiendas venden ropa y no hablan de otro tema que no sea la venta).
El dilema del alcohol
En una entrevista televisada en CNN, el CEO de la Autoridad de Turismo de Arabia Saudita, Fahd Hamidaddin, confirmó al periodista Richard Quest, que su país dentro del desarrollo turístico que prevé con miras a 2030, no tiene contemplado permitir el consumo de alcohol en los hoteles ni en lugar alguno, que buscarán --aseguró-- que el mundo se fije en Arabia Saudita por otros motivos de viaje.
El caso cerrado de Jamal Khashoggi
Como periodista no se puede hacer a un lado el asesintao de Jamal Khashoggi, periodista saudi-estadounidense que fuese colaborador de The Washington Post y cuya muerte, todo indica que sucedió al interior del consulado saudí en Estambul, Turquía.
Las investigaciones desataron un escándalo internacional, sin embargo, Turquía terminó por cerrar el caso y los Estados Unidos, haciendo como si nada hubiera ocurrido. Este tema es otro punto negativo global para este reino.
¿Vale la pena visitar Arabia Saudita?
En términos generales sí, todos los viajes ilustran y ver de cerca una de las sociedades más radicales del mundo en términos religiosos es interesante. Riad es una ciudad en obra casi permanente, muchas construcciones están en progreso y no hay muchos espacios públicos para deambular.
Es un lugar seguro, con mucha presencia policíaca y con un sistema de justicia que raya en el auroritarismo, pero cumpliendo su normatividad no hay ningún problema para los visitantes.
Me parece que más allá de las grandes obras de infraestructura que están presentando al mundo con foros como este y en ferias internacionales de turismo, hace falta una campaña de comunicación profunda, global y bien organizada que explique qué sí y qué no pasa en Arabia Saudita. No hay un mensaje claro más allá del turismo de lujo y la historia de un mundo árabe que nació del beduino nómada, deben construirlo pronto y que este, sea consistente con su realidad, por muy autoritaria que esta sea.
Ojalá algún día el régimen permita a los no musulmanes, visitar La Meca.
Y les ganamos 2-1.