La seguridad en los aeropuertos es un tema de interés global, la prevención con relación al tráfico de drogas y personas, las revisiones anti terroristas, la garantía de la seguridad en todos los pasajeros, son rubros que a lo largo y ancho del mundo están coordinados por los distintos gobiernos.
En México carecemos de una política unificada con relación a la seguridad aeroportuaria, en cada aeropuerto se aplican ciertas políticas y restricciones de acuerdo a la compañía de seguridad contratada, es decir, no es la misma política que se aplica en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, que en el Aeropuerto Internacional de Tijuana, el de Ciudad Juárez, Chetumal o Aguascalientes.
A pesar que el presidente ha metido a las fuerzas armadas en todos los rubros de la seguridad pública –incluida la relacionada con puertos y aeropuertos--, no hay una coordinación nacional en ese tenor.
Cada aeropuerto (o grupo aeroportuario) define sin mayor explicación, la empresa que prestará el servicio de seguridad interna y revisión de pasajeros, sin importar que dicho ente esté capacitado y coordinado con el resto de los aeropuertos del país.
En los Estados Unidos, existe el ente denominado TSA (Transport Security Administration), encargado de la seguridad en puertos y aeropuertos, ¿por qué en México no podemos tener un ente único que se encargue de estos temas de seguridad?, en nuestro país prefieren pagar y subcontratar a empresas de seguridad que a todas luces, no están por completo preparadas para cumplir con lo que se necesita.
Una asignatura pendiente para la aviación civil y comercial en México.
El caos de Volaris
PUBLICIDAD
La aerolínea Volaris mostró que su capacidad frente a la crisis es mínima. Entre demoras de equipajes, pasajeros sin información, cancelación de vuelos, en fin, hechos que no pudieron manejar de forma eficiente y los llevó a tener un sinfín de quejas en las plataformas electrónicas, el punto que en uno de sus comunicados vía twitter, impidieron que a través de su cuenta se emitieran comentarios con relación a la información que compartieron.
El crecimiento conlleva responsabilidades, tener tantos vuelos y pasajeros no solo significa crecer, también prever las crisis y dificultades, cosa que no lograron hacer en Volaris.
Ni el área operativa, ni la atención a clientes y menos aún en el área de comunicación mostraron capacidad de enfrentar lo que todos vimos en los días previos.
Desde esta columna deseamos un feliz año 2023 a todos nuestros lectores.