NORMA LUCÍA PIÑA, presidenta de la Corte, recibió seis votos en el pleno. Según la versión de Reforma, su antecesor, el ministro Arturo Zaldívar, optó por Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Eso no sería polémico si no fuera porque la exsecretaria administrativa de la Corte, Alejandra Spitalier, puesta en esa posición por Zaldívar hace cuatro años, tuiteó que su exjefe tiene tal “compromiso con los derechos de las mujeres (desde que) llegó hasta que dejó en el cargo a la primera presidenta”. Tal comentario hizo que le llovieran las críticas y que le recordaran que en realidad fue una votación, de una ronda de tres.
JORGE MARIO PARDO REBOLLEDO tiene en la Corte un proyecto interesante. Resulta que propone que el derecho de petición se puede hacer valer vía Twitter. Es un planteamiento interesante, detectado por Héctor Ivar Hidalgo, del Centro de Estudios Constitucionales de la Corte. Ya veremos hasta dónde camina este amparo en manos del ministro Pardo.
EMILIO LOZOYA sigue siendo un enigma. El presidente Andrés Manuel López Obrador nunca se cansó de decir que de llegar a la presidencia combatiría la corrupción. Pero este caso se le ha enredado en las manos, pues a cuatro años de gobierno simplemente no se le puede dictar una sentencia y los “acuerdos reparatorios” simplemente no terminan de cuadrarlos. Bien raro que un presidente con tanta popularidad no pueda con un caso paradigmático…
MARÍA ELENA ÁLVAREZ BUYLLA le dio la estocada final a los miembros del Sistema Nacional de Investigadores que laboran en instituciones privadas, ya que con la llegada del 2023 les hizo un nuevo convenio en el que se elimina el otorgamiento del estímulo económico y ahora sólo se quedan con la distinción. Una jugada que la directora del Conacyt viene planeando desde hace tiempo contra la comunidad científica, de la que ella salió, pero que tanto ha estigmatizado.