Lo que todos vimos y escuchamos particularmente en Culiacán, además de otras ciudades de Sinaloa resulta insólito y muestra prácticamente un estado de guerra dentro de un país que presume de paz.
Uno de los rubros en que las últimas administraciones estatales han puesto énfasis es el turismo, sin lugar a dudas Sinaloa tiene atractivos turísticos muy destacables desde las playas de El Novillero en los límites con Nayarit, hasta El Carrizo en la frontera con el estado de Sonora.
Todos los esfuerzos de promoción, difusión e inversión turística se diluyen en minutos cuando ocurren hechos de violencia como los que resultaron como producto de la detención de Ovidio Guzmán.
Si bien el gobierno estatal y sobre todo los entes de promoción turística se pueden deslindar de un operativo federal, los consumidores o posibles consumidores del producto turístico que Sinaloa ofrece simplemente dejarán de ir, sin importar si fue un operativo federal, estatal o municipal.
Las oficinas de turismo a lo largo del país, tienen esa actitud recurrente de “sordearse” con relación al tema de la violencia, no se trata de hacer una vocería en temas de seguridad, pero sí de informar con claridad qué sí y qué no pasa en sus destinos turísticos, qué se está haciendo en conjunto con otros ordenes de gobierno y cuál es en términos reales, la garantía de seguridad para el turismo. Tristemente eso no ocurre en ningún destino, Sinaloa no es la excepción.
El futuro turístico de Sinaloa es por demás sombrío, no por percepción sino por realidad. Esto no quiere decir que no llegue ningún turista, sino que el crecimiento y la búsqueda de nuevos mercados resultará muy complicado y que se echa por la borda la inversión y esfuerzos en el pasado inmediato, sobre todo con los mercados internacionales.
Santa Lucía se estrena con mandatarios
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El Aeropuerto Internacional de Santa Lucía (NLU), también conocido como Felipe Ángeles, recibirá a los primeros mandatarios internacionales, será el primer ministro de Canadá Trudeau y el presidente de los Estados Unidos, el señor Biden.
Se desató un inútil debate con relación a si llegarían allá o no, si era muestra de apoyo o no al presidente López Obrador, en fin, se dijo de todo.
La realidad es que, si en lo sucesivo los mandatarios internacionales llegan allá, evitan el caos que se genera en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) cada que algo así ocurre, además que la protección militar es mayor allá en Santa Lucía que en el AICM.
Que Biden o Trudeau aterricen allá, nada tiene que ver con el debate interno con relación a la funcionalidad del nuevo aeropuerto.