El operativo que se llevó a cabo el pasado jueves, sorprendió a propios y a extraños no solo por la magnitud y la movilización armada que representó, sino por salir de la tendencia de la estrategia de seguridad llevada a cabo en los últimos cuatro años al aprehender en un segundo intento a Ovidio Guzmán López, quien había sido liberado en 2019 por órdenes del presidente de la república.
Dicha detención no solo hizo eco en nuestro territorio, sino que se especula que se haya realizado con fines de extradición.
La impunidad es un mal que ha afectado a nuestro país a tazas crecientes históricamente hablando, hemos normalizado el hecho de ver delincuentes de renombre operar por largos periodos sin ser mínimamente incomodados por las fuerzas del Estado para que comparezcan por los crímenes que cometen sistemáticamente.
En particular en la actual administración bajo el slogan “abrazos, no balazos” se le ha dado manga ancha a la delincuencia organizada para operar a través del territorio nacional.
El tráfico de fentanilo llevado a cabo por los carteles de la droga en México, se esta convirtiendo en un gravísimo problema de salud pública en la región, a esta sustancia se le han adjudicado al menos la muerte de cien mil norte americanos en el 2021, por lo que las autoridades del país vecino han prendido las alarmas para tomar cartas en el asunto al respecto y poder proteger a sus ciudadanos del alcance de esta sustancia.
La detención de este personaje se da en las vísperas de la Cumbre de América del Norte y bajo la sospecha de que el actuar de las fuerzas del Estado mexicano se dieron bajo presión de nuestro vecino del norte con fines de extradición para presentarse ante la justicia norteamericana.
Tal parece que es un gran momento para pensar mal y acertar sobre la influencia que puede ejercer el presidente Biden sobre el Ejecutivo Federal.
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Las organizaciones criminales han crecido a niveles inimaginables, al grado de que una detención de esta magnitud no representa afectación alguna para el tráfico de estupefacientes, esta detención parece ser simbólica y a petición de autoridades externas.
La cooperación bilateral es necesaria e indispensable para desarmar a las organizaciones criminales y proteger a los ciudadanos. Debemos destacar el mensaje en contra de la impunidad y la valentía demostrada para llevar a cabo este operativo.