En una recapitulación sobre la fallida estrategia de seguridad, la administración que encabeza el presidente López Obrador debe reforzar sus esfuerzos y actuar de inmediato en contra de la violencia con la que los grupos y bandas delincuenciales han azotado al país.
México atraviesa una severa crisis de inseguridad y las cifras de asesinatos y desapariciones cada día son más lacerantes para la sociedad mexicana. El gobierno de Morena rebasa los datos registrados en gobiernos anteriores.
Hoy, los mexicanos padecemos el flagelo del crimen organizado en ciudades y municipios, mientras que desde el gobierno federal se les abraza y protege. Esto es inadmisible.
Tan solo en esta administración diariamente son asesinadas 80 personas. Es necesario que Morena reconsidere las acciones de seguridad e implemente una visión con planes contundentes que den resultados de inmediato.
Las decisiones del presidente López Obrador en materia de seguridad han derivado en un incremento en la impunidad y en las cifras fatales de inseguridad y violencia.
En cuatro años, el gobierno federal ha abrazado y protegido a los delincuentes y dejado de lado la vida y seguridad de los mexicanos de bien.
Por lo que en el marco de la visita del presidente de Estados Unidos Joe Biden y del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, sorprende la recaptura de un buscando narcotraficante luego de que por instrucciones del presidente López Obrador se le haya dejado en libertad en un operativo anterior.
Es urgente que cese la política de abrazos y tolerancia y se traduzca en una estrategia efectiva que contenga el clima de violencia que se vive actualmente en México, sin que se dependa de la visita de un Jefe de Estado o de la permanencia de las relaciones bilaterales.