Platiquemos un poco sobre la reciente visita a México de Joe Biden, Presidente de Estados Unidos de América y de Justin Trudeau, Primer Ministro de Canadá para participar en la X Cumbre de Líderes de América del Norte cuyo objetivo principal consistió en promocionar la integración en Norteamérica y que López Obrador terminara por reconocer a esta Cumbre como benéfica para el desarrollo en diferentes ámbitos.
Es importante tomar en cuenta que esta reunión se llevó a cabo en un momento en el que nuestro país enfrenta dos potenciales procesos de arbitraje en el marco del T-MEC, el primero por su política energética y el segundo por la cancelación de importaciones de maíz amarillo genéticamente modificado a partir de 2024.
Sin embargo, si estos temas se hubieran tocado durante la reunión trilateral, habría sido inevitable que surgieran roces entre los mandatarios y el encuentro no hubiera resultado tan aparentemente cordial como lo fue. Al final, esta situación se resolverá de conformidad con los mecanismos previstos en el propio acuerdo comercial.
Uno de los temas que más importaban dentro de la agenda era el energético por lo que Biden y Trudeau se pronunciaron a favor de la utilización de energías limpias e insistieron en cumplir con los objetivos de la Agenda 2030. Por su parte, el inquilino de Palacio, tuvo su momento de vergüenza internacional al tener de pie por 28 minutos a sus homólogos durante la conferencia de prensa conjunta. Protagonismo puro.
Imposible pasar por alto el comentario o más bien la enorme mentira de López Obrador en el sentido de que en México ya no se permite la corrupción, ¡qué cinismo! Habrá que refrescarle la memoria sobre el asunto de SEGALMEX y “los moches”, o sus parientes en puestos importantes en PEMEX, CFE y SEP o la modificación, por parte del gobierno de México, al monto de 65 contratos y la desaparición de 10 de las plataformas de acceso a la información por mencionar algunos casos de corrupción durante el año pasado.
Por otra parte, resulta hasta cierto punto cómico el reclamo formulado por López Obrador a Biden en el sentido de que Estados Unidos se ha olvidado de América Latina cuando la realidad es que la “izquierda” latinoamericana desde hace años ha solicitado que nuestro vecino país del norte deje de intervenir en sus asuntos internos. Parece que el presidente de nuestro país vive en un mundo alterno.
Estaré al pendiente y daré puntual seguimiento a las acciones del grupo de trabajo que formará parte del comité de sustitución de importaciones en América del Norte acordado por los líderes en cuestión para fortalecer las relaciones económicas y comerciales de los tres países.
Algo que además tendrán que explicar la Cancillería y la Secretaría de Economía pues el mismo concepto es contradictorio a todo lo que representa el T-MEC. Al tiempo…