No, la violencia está tan desbordada a lo largo y ancho del país, incluso en la propia Ciudad de México pero en otras zonas y espacios, que desperdiciar efectivos en tareas donde la incidencia delictiva y el impacto es tan leve, es un despropósito para lo que fue creada la Guardia Nacional.
Es pensar que sólo a través de una militarización vedada se mantendrá el control en cuestiones que van más allá de los verdaderos problemas de inseguridad y de crecimiento del crimen organizado que la administración actual no ha podido combatir.
Además, ha quedado claro (y así lo han hecho saber organizaciones no gubernamentales y de defensa de los derechos humanos) que este tipo de medidas violentan derechos, amedrentan a la ciudadanía y se busca solventar problemas donde no los hay.
Es necesario recordar que dentro de las disposiciones normativas que rigen a la Guardia Nacional se encuentra la necesidad de justificar la presencia de miembros de dicha institución, lo cual, desde luego, no tiene razón de ser en la Ciudad de México.
Un problema de mantenimiento, de desinterés, de olvido y de desdén para uno de los servicios de transporte público más importantes del mundo por la densidad de población que transporta a diario y que anualmente llegan a cientos de millones de personas, trata de ocultarse a través de atentados que nunca se comprobaron y que no existe el más mínimo indicio de su presencia y, por lo tanto, no existe una sola razón de peso para que la Guardia Nacional aparezca.
Lo que necesita el Metro de la Ciudad de México es una mayor cantidad de recursos económicos que se apliquen directamente a su mantenimiento y a su operación permanente, sin embargo vemos como cada año en el Presupuesto de la Ciudad de México se destina menos dinero a ese Sistema de Transporte Colectivo para privilegiar la promoción de la imagen pública de sus gobernantes.
Es momento que esos recursos lleguen a destino final que sólo puede ser el pueblo de la Ciudad de México con servicios de calidad, entre ellos el Metro que tan olvidado esta que esta administración es la que ha registrado mayor número de incidentes de toda la historia. Es momento de actuar con responsabilidad y no tratar de amedrentar a la ciudadanía.